Pérez Reverte: «Al ser tantos les costará más ponerse de acuerdo para robar»

Arturo Pérez Reverte ha presentado en Cádiz su última novela 'Hombres buenos'. El escritor y académico, que no venía desde 'El Asedio', ha reservado para el final su paso por la ciudad por la que siempre siente un especial aprecio.

La obra es una gran historia de amistad de la que ya se han vendido más de 125.000 ejemplares y va por su sexta edición. Está ambientada en el siglo XVIII y los protagonistas son dos miembros de la Real Academia Española, el bibliotecario Hermógenes Molina y el almirante Pedro Zárate, a quienes sus compañeros encargan conseguir la Encyclopédie de D'Alembert y Diderot prohibida en España.

Pérez Reverte reflexiona sobre su novela y asegura que «es un homenaje a la gente, a los hombres buenos.

Lo que dicen estos dos personajes sigue valiendo hoy. Son fórmulas que valen para que los hombres buenos se entiendan entre ellos». El escritor, que reconoce que es más bien pesimista, afirma que con 'Hombres buenos' se ha sentido mucho más alegre.

Surgió en él la necesidad de vivir un par de años de trabajo agradable. «En el curso de esta novela he hecho un ejercicio de terapia personal. Me he sentido mucho más optimista. Escribir, leer, vivir durante dos años sobre estos hombres buenos me ha ayudado a iluminar el mundo... necesitaba optimismo. Buscaba algo que me hiciera sentir ilusionado».

El autor de Cartagena incide en la importancia de la cultura y de los libros y sobre todo de la formación del receptor para hacer frente y filtrar con acierto los mensajes que le llegan. «En tiempos como estos hay mucha información. En Internet hay un exceso de ella pero no hay un filtro que diga, esto es importante y esto es basura. Debe ser el receptor el que tenga esa cultura que le sirva para discriminar y esta novela me reafirma que solo la cultura nos salva. La gente quiere mecanismos de salvación. Los libros, la cultura, nos pueden evitar la tragedia. Los hombres buenos de hoy en día son los maestros. El maestro con un buen libro en la mano. El que intenta que sus alumnos sean críticos, lúcidos y sabios». Pérez Reverte también sostiene que «mientras haya padres que hagan bibliotecas para sus hijos no está perdida la batalla».

La cultura de las series de televisión

Aparte de los libros e Internet, Arturo Pérez Reverte habla de la buena televisión como forma para educar y del futuro más allá de los libros. «La televisión tiene una potencia objetiva enorme. Una buena serie hecha con elementos buenos tiene un trabajo educativo interesante. Si fuera joven escribiría guiones para series de televisión y videojuegos».

El escritor asegura que le encantan las buenas series televisivas. Habla de Borgen, Roma, True Detective, House of Cards... «Borgen te hace sentir la necesidad de querer un país como ese. Te reconcilias con la democracia... Me sorprende que en nuestro país no se utilice una política educativa con las series de televisión, que no haya un esfuerzo mayor porque en España hay mecanismos muy buenos pero la producción no está a la altura, como con Alatriste por ejemplo, y una buena serie es un mecanismo fantástico de educación».

Defensa de la Academia

El autor expone también el por qué los dos protagonistas de la novela, Hermógenes Molina y Pedro Zárate, son miembros de la Real Academia Española. Pérez Reverte hace de esta forma un homenaje a esta entidad. Recuerda la «gallardía» de los académicos y defiende la independencia de este organismo. «Incluso nosotros tenemos diserciones internas. La Academia es notario de la lengua. Recoge cómo hablan los españoles de América y España, es decir unos 500 millones y lo que hace es recogerlo todo para que cualquiera pueda entenderlo.