La crisis económica hace aún más urgentes las ideas expuestas en este libro
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Propuestas redistributivas

¿Cómo rebajar los niveles de pobreza y reducir la desigualdad? «Un reparto más justo» apunta soluciones

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Una rara avis. Eso es « Un reparto más justo del planeta». ¿Por qué? Porque en él tres autores, Paula Casal, profesora de filosofía política y moral en la Universidad Pompeu Fabra; Thomas Pogge, profesor de filosofía y relaciones internacionales en Yale, y Hillel Steiner, profesor emérito de la Universidad de Manchester, conversan sobre medidas redistributivas para rebajar los niveles de pobreza, reducir la desigualdad y cambiar los modos en que la humanidad se relaciona con el medio ambiente. Sí, el libro es una conversación pese a que a primera vista no lo parezca. Sí en un segundo vistazo, dado que los ensayos de cada uno se van intercalando.

La rareza (y quizás grandeza) del libro no reside sólo en que se plantee el debate, con réplicas y contrarréplicas entre los tres.

También en que no se limita a la crítica de un estado de cosas planetario marcado por la pobreza, la desigualdad y la sobreexplotación de los recursos naturales, sino que salta a plantear alternativas de manera seria, reflexionada y fundamentada en los clásicos, en la filosofía moral y la política, en planteamientos más o menos utilitarios, más o menos pragmáticos, más o menos idealistas.

Compartir las cargas

La redistribución de la riqueza salta en este libro de ser una cuestión que se ha de resolver dentro del Estado-nación o como mucho dentro de uniones económicas y políticas, como la Unión Europea, para pasar al plano más general posible.

«Los pobres globales únicamente alcanzan a compartir las cargas resultantes de la degradación de nuestro entorno natural mientras contemplan cómo los ricos distribuyen entre ellos la abundante riqueza del planeta», como dice Pogge. Nos presenta a Locke y su condición de proporcionalidad: todos tenemos derecho a nuestra porción de los bienes de la naturaleza. Y en ello se basa su propuesta compensatoria: quienes usan extensivamente los recursos naturales deben compensar a aquellos que no los utilizan casi nada con la distribución de un dividendo que el autor explica con detalles sobre su aplicación en todos los países y también con números. La ayuda al desarrollo sería sustituida por un esquema con un denso barniz de justicia compensatoria y con potentes argumentos procedentes de la filosofía moral capaces de convencer a todas las personas de cualquier ideología.

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