Una de las fotografías de «(Un)expected», de Peter Dekens
Una de las fotografías de «(Un)expected», de Peter Dekens
EXPOSICIÓN

Los mejores libros de fotografía del año

Estos volúmenes, bajo el auspicio de PHotoEspaña, recalan en la Biblioteca Nacional en forma de exposición

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Mucho me temo que estos siguen siendo malos tiempos para la lírica. La lírica de los paisajes escritos con tinta sobre una geografía de papel. No hay duda de que, aparte de otros peligros, las palabras eléctricas de las pantallas y los e-books amenazan las palabras analógicas del libro impreso. Sin embargo, no todo tienen que ser nubarrones negros -pero sin tinta- sobre el horizonte encuadernado de los libros. De hecho, existe una especie que no sólo no se encuentra en peligro de extinción sino que, bien al contrario, cada vez tiene más aceptación y un mayor número de acólitos entre sus filas. Me refiero al libro de fotografía, y en especial a su hijo más aventajado: el fotolibro.

Un territorio que, felizmente, cada vez se expande más dentro del contexto de la fotografía contemporánea. En síntesis, podemos decir que el libro de fotografía -tal como se concibe en la actualidad- es una publicación formada por una serie de fotos ordenadas como conjuntos de imágenes, que se articulan en función de diversas líneas argumentales y de distintos y plurales significados. Es un medio utilizado por importantes fotógrafos, con el que consiguen realizar obras de una excelente calidad, tanto desde una perspectiva formal como también conceptual, y que se convierte en un modelo de eficacia comprobada para presentar, comunicar y leer fotos.

Conjuntos coherentes

Es esencial recalcar que en modo alguno se trata de antologías de fotos individuales (como muchos de los catálogos de exposiciones), sino conjuntos coherentes de imágenes que deben ser leídas y miradas con una continuidad visual. Casi siempre tienen más de un autor, ya que su calidad se mide por el diseño gráfico, la edición, el texto y las imágenes, un todo que tiene que ser superior a cualquiera de sus partes.

En PHotoEspaña son desde hace tiempo bien conscientes de este fenómeno, que ha supuesto un auténtico renacimiento de la fotografía editada, y es por ello que, entre sus múltiples actividades, y dentro de la sección oficial del Festival en su vigésima edición, se otorga de nuevo un premio al Mejor Libro de Fotografía publicado durante el pasado año. De esta manera, tras lanzar una convocatoria abierta, a la que se han presentado autores y editores con libros de fotografía publicados concretamente entre el 1 de marzo de 2016 y el 1 de marzo de 2017, un jurado compuesto por Carlos Alberdi, director cultural de la Biblioteca Nacional de España; Mireia Sentís, fotógrafa y periodista; y Gabriela Cendoya, una de las mejores coleccionistas de libros de fotografía de nuestro país, ha seleccionado finalmente cerca de un centenar de títulos, teniendo en cuenta criterios de concepto, diseño, calidad gráfica y textual, y trayectoria editorial, y que se agrupan en cuatro categorías: mejor libro de fotografía nacional, internacional, editorial destacada del año y mejor libro autoeditado.

Ausencias

El premio al mejor libro de fotografía del año en categoría internacional ha recaído en (Un)expected, de Peter Dekens, editado por The Riskay Connection. Se trata de un proyecto centrado en la pérdida por suicidio de una serie de seres queridos (entre ellos, la propia madre de Dekens), en el que predomina lo íntimo y contenido sobre la emotividad de su temática.

En el apartado de mejor libro de fotografía en categoría nacional, el galardón ha sido para Al borde de todo mapa, de Juanan Requena, de Ediciones Anómalas, una suerte de diario personal construido como un palimpsesto objetual de experiencias, acumuladas en busca de la pequeña magia de lo cotidiano.

Barespagnol, de Pablo Casino, ha recibido el premio al mejor libro en la categoría de autoeditado. Esta propuesta rastrea la presencia, todavía visible aunque ya muy reducida, de la numerosa colonia de emigrantes españoles que residieron en Bruselas en la década de los años setenta.

Por último, el premio a la editorial destacada del año ha correspondido a Ediciones Anómalas que de esta forma consigue un doble galardón, bien merecido por la labor realizada desde su creación hace cinco años.

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