Karina Garantivá
Karina Garantivá
TEATRO

Karina Garantivá, sin miedo al riesgo

La actriz, directora y creadora de la compañía Primas de Riesgo afronta un nuevo reto debutando como dramaturga con «Runners», que puede verse este fin de semana en los madrileños Teatros Luchana

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Afincada en España desde hace más de quince años, a la actriz colombiana Karina Garantivá se le quedó pequeño dedicarse en exclusiva a la labor actoral y quiso dar cauce a otras actividades e inquietudes. Así, sin abandonar su trabajo como actriz, realizó tareas de producción, e impulsó y creó la compañía Primas de Riesgo, compuesta solo por mujeres. La decisión de esta exclusividad vino motivada por su convencimiento de que en el mundo escénico hay en general más oportunidades para los hombres, pese a que, subraya, «existe un plantel de magníficas actrices, como ya pude comprobar en mis estudios en la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid (RESAD). Sin embargo, al licenciarse sus opciones eran menores que las de sus compañeros, entre otras cosas, porque los dramaturgos suelen escribir más papeles masculinos».

Su preocupación por este asunto se manifiesta también en su participación en Clásicas y Modernas. Asociación para la igualdad de género en la cultura.

La puesta en marcha de Primas de Riesgo en 2012 no fue fácil, pero el nombre del colectivo ya era toda una declaración de principios. La compañía tuvo su puesta de largo con el montaje «Naces consumes mueres», pieza de Ernesto Caballero donde lleva a cabo una sugerente y oportuna actualización del auto sacramental calderoniano «El gran mercado del mundo». Esta puesta en escena, planteó a Karina Garantivá y a Primas de Riesgo dos retos. Por un lado, su debut como directora de escena y, por otro, la financiación del espectáculo. De ambos, Garantivá y su compañía salieron más que airosas. El montaje cosechó excelentes críticas y para la financiación tuvo muy buena acogida el sistema de «crowdunding», fórmula en la que muchos patrocinadores contribuyen con pequeñas cantidades.

Comedia agridulce

Tras este montaje, Karina Garantivá, con su compañía, dirige «El mágico prodigioso», de Calderón de la Barca, un autor por el que confiesa sentir gran predilección, pues, destaca, «encierra muchos aspectos aún por descubrir», y del que desea poner especialmente en valor sus personajes femeninos. De ahí que tenga ya prácticamente escrita una obra inspirada en el personaje de Rosaura de «La vida es sueño». Porque Karina Garantivá acaba de añadir a su trayectoria profesional una nueva faceta, la de autora, convirtiéndose en un auténtica «mujer de teatro». Su primera muestra como dramaturga es «Runners», que ha subido a las tablas de los madrileños Teatros Luchana con gran éxito. La dirección corre a cargo de Ernesto Caballero y cuenta con un sólido electo formado por Silvia Espigado, Janfri Topera, Daniel Moreno, Mara López y la propia Karina Garantivá.

Una escena de «Runners»
Una escena de «Runners» - Jaime García

«Runners» nos presenta a la pareja compuesta por Mari y Marcos. Este, cercano a los sesenta años, decide empezar a entrenarse para correr un maratón, aunque nunca antes había practicado «running». Decisión que todos ven con extrañeza, empezando por su mujer. «Cuando alguien hace algo que no se esperaba y resulta sorpresivo, parece que se acepta mal y se activan las alarmas en su entorno. Da la impresión de que nos gusta poner cortapisas, frenar la ilusión y la libertad del otro, sobre todo de aquellos más cercanos. En este sentido, uno de los aspectos que trato en la pieza es el de los prejuicios, que tantas veces nos amargan la vida, y que, claro, suele ser bueno saltárselos a la torera», explica su autora.

Añade que la escribió por un impulso, en unos momentos en los que de alguna manera se hallaba en una encrucijada: «El verano en el que la escribí se juntaron varias circunstancias y necesitaba estar tranquila. Precisaba encontrar nuevos espacios, nuevos desafíos y escribirla me proporcionó sosiego».

Karina Garantivá nos sirve una comedia agridulce, donde la sonrisa y en ocasiones hasta la carcajada son irreprimibles. Pero no se queda en mera diversión. El montaje se fue gestando en el Laboratorio de Primas de Riesgo, donde, señala Garantivá, «no apostamos por un teatro que sea banal entretenimiento, aunque no descuidamos que nuestras propuestas sean gratificantes para el espectador. Y con "Runners" hemos comprobado las enormes posibilidades de la comedia, su gran capacidad corrosiva, junto a un poder de convocatoria que te facilita dialogar con el público».

Corred, corred, malditos

Sin duda, la reflexión no es ajena a la pieza, cuando estamos en un mundo que nos grita «corred, corred, malditos», que nos empuja a una carrera sin fin, quizá a ninguna parte, en la que el éxito ha de ser a cualquier precio y no importa cuántos se queden en el camino. Asunto este, el del éxito y el fracaso, que se ventila en «Runners», muy crítica con la glorificación de la juventud, con la tiranía de mantenerse joven, y esa «religión» en la que ha derivado la obsesión por cuidarse, que cuenta con sus gurús, como el personaje del entrenador Owen, en cuya camiseta se lee: «Tengo una misión», y la también entrenadora Ruth, cuya fanática mirada atribuye a Marcos, el inesperado corredor, turbias intenciones. Pese a todo, no deja de lanzarse un atisbo de esperanza, cuando el personaje de Laura proclama que siempre habrá alguien que eche una mano en la carrera.

La misma esperanza que guía a Karina Garantivá para seguir adelante, más allá de las dificultades, con Primas de Riesgo. Y con su batalla para que no se pongan obstáculos en el desarrollo del teatro. Así, lanzó la campaña «Revistas porno 4 por ciento, Calderón 21 por ciento», que logró un enorme impacto y respaldo. No abandona, sin embargo, su nueva actividad como dramaturga. Ya tiene en cartera, lista para su montaje -en la actualidad busca escenario que la acoja- una pieza en la que cambia de registro, apoyada en la novela de Leonardo Sciascia, «El teatro de la memoria», y su protagonista aquejado de amnesia.

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