«La juventud», de Paolo Sorrentino, conquista los premios del Cine Europeo

La entrega de los vigésimo octavos Premios del Cine Europeo celebrada en Berlín se saldó con tres ganadores claros. Paolo Sorrentino, Michael Caine y Charlotte Rampling. El primero consiguió con su película, «La juventud», tres premios de cinco, y de los importantes. Y los actores británicos, y esto es una singularidad, recibieron, además de sendos premios honoríficos por sus carreras, los premios a los mejores intérpretes del año. Por la parte española, solo «La isla Mínima», de Alberto Rodríguez, se llevó el gato al agua del premio del público.

La gala, celebrada en el Haus der berliner Festspiele y que comenzó con Charles Chaplin en el pantallón dando un discurso inspirador ante los alrededor de 900 invitados, contaba, si nos atenemos al número de nominaciones, con una película como favorita, «La juventud», del italiano Paolo Sorrentino (que en nuestro país se estrenará el 22 de enero).

Y cumplió. Consiguió el galardón a mejor película, el autor de «La gran belleza» se llevó el premio a mejor director, y su protagonista Michael Caine se llevó el de mejor actor. Al filme de Sorrentino le seguían por número de candidaturas como filmes favoritos «Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre su existencia» y la retorcida y surrealista «Langosta» con cuatro nominaciones cada una. La primera se llevó el premio a mejor comedia y la segunda el de mejor guión.

Respecto a lo que nos incumbía como país, había tres posibles premios con nominados españoles. El de mejor actriz europea para la catalana Laia Costa, que no fue premiada por su papel en el filme germano «Victoria». También estaba en la pomada «El corredor», compitiendo al mejor cortometraje que finalmente consiguió el croata «Picnic» (Jure Pavlovic). Y finalmente, teníamos a «La isla mínima», que, como ya se mencionado, se llevó el premio del público. Por allí también se dejaron ver un muy desenvuelto Carlos Areces, Javier Cámara e Isabel Coixet, que presentaron distintos premios.

Como era de debido rigor, hubo un recuerdo por los atentados de París del 13 de noviembre. El presidente de la Academia europea, el cineasta Wim Wenders, habló de responsabilidad al gremio y lanzó una reflexión a los espectadores: la actual situación le recuerda a oscuros tiempos pasados no tan lejanos.

Uno de los platos fuertes de la noche fue la entrega del premio honorífico que ha recibido Sir Michael Caine («La huella»). Wim Wenders, el presidente de la Academia europea, le ha dicho al dárselo: «Has llegado tan lejos como has querido en el mundo del cine, pero no has olvidado de donde has venido». Tras lo que ha seguido una calurosa ovación con el público puesto en pie para acompañar al actor de 82 años hasta el escenario. En su corto y sobrio discurso, Caine, que escuchando a Wenders parecía emocionado, expresó que estaba bastante nervioso puesto que más tarde disputaba el premio a mejor actor, que también se llevó. Como segunda curiosidad, esta distinción concedida al británico es una cosa bastante excepcional puesto que es la tercera vez que se otorga en las casi treinta ediciones de estos premios. En el pasado este honor lo habían obtenido únicamente el francés Michel Piccoli y el portugués Manoel de Oliveira. Además de Caine, la también británica Charlotte Rampling («Swimming pool») recibió dos premios: uno en reconocimiento a su trayectoria cinematográfica y otro, como ya hemos apuntado, a la mejor actriz. El austriaco Christoph Waltz («Malditos bastardos») recibió otro por su contribución en calidad de europeo al cine en el mundo.