Benicio del Toro: «La frustración es el juego de esta película»

En un soleado día de locos en el Festival de Cannes, Benicio del Toro aparecía más relajado que nunca. De hecho, daba la impresión de que el actor portorriqueño, con muy buen aspecto, sonriente y a quien todo le parecía bien, vivía uno de sus días perfectos. En el filme de Fernando León de Aranoa el ganador de un Oscar por Traffic encarna a un cooperante llamado Mambrú que, junto a otros compañeros, tiene que lidiar con los problemas burocráticos y locales en su ayuda en la antigua Yugoslavia. En la terraza Club Albane del hotel JW Marriott, Del Toro, que tiene pasaporte español, charló con ABC.

–Para el espectador supone una frustración que la ayuda de los cooperantes se vea obstaculizada por la burocracia.

¿Habló con cooperantes para preparar el papel?

–Sí, hablamos con algunos. Pero la frustración es el juego de la película, que tiene ese humor dentro del obstáculo. No tiene sentido eso de que saquemos un cadáver de un pozo y que tengan que traer a un juez y haya que firmar un papel, cuando mientras tanto puede morir mucha gente porque el agua se está contaminando. Es parte de lo que escribió Fernando, y creo que esa burocracia y esos problemas existen, aunque, tal vez, no como se muestran en el libreto. Pero también existen en mi trabajo como actor, en los cineastas, en muchos trabajos. Y me crea frustración.

–¿Qué ha aprendido de su personaje?

–Tiene una cosa noble: esta gente que hace el trabajo, y quizá por eso me atrajo esta película. Porque tal vez podrías sacar esta misma historia y ponerla en una oficina de abogados. La relación entre los personajes: el abogado loco, la abogada novata… Y aprendí a hacer nudos (ríe), y sobre la guerra, sobre el derrumbe de Yugoslavia, la historia. Y también de la Alhambra, ya que rodamos en Granada.

–En esta edición de Cannes presenta, además una película de animación inspirada en El Principito. ¿Qué diferencias hay entre Aranoa y Villeneuve?

–Fernando es escritor, y Denis también, aunque él no escribió el libreto de Sicario, así que en el trabajo sí que existen diferencias. De Fernando me llevo su faceta de escritor, porque escribe muy bien, y de Denis, cómo usa el sonido y la parte visual a la hora de dirigir. Pero con ambos podría volver a trabajar, lo cual para mí es muy buen signo. A los dos lo aprecio y los admiro.

–¿Acaso hay algún director con el que no repetiría?

–Sí (sonriente). Pero no voy a dar el nombre. ¿La razón? (Hace gestos de boxeo). Falta de estímulo. Negativo.

–La casualidad ha querido que Fernando León vaya a dirigir a Penélope Cruz y a Javier Bardem en una película sobre Pablo Escobar, alguien a quien usted recientemente encarnó en «Escobar: Paraíso Perdido». ¿Le ha dado algún consejo?

–(Sonríe). Todavía no hemos hablado de eso, pero lo haré, claro.