El actor gaditano Rika Martinez
El actor gaditano Rika Martinez - francis jiménez
cultura

Rika Martinez, un gaditano en 'La que se avecina'

El actor lleva más de una década de trabajo en Madrid, su última aparición, en Mirador de Montepinar

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No es la de Rika Martinez una carrera de pelotazos. Ni tiene anécdotas curiosas sobre sus inicios como un inesperado descubrimiento en un supermercado o un casting al que acudió para acompañar a un amigo pero se fijaron en él.

Ni siquiera sentía la vocación de actor desde niño. Por faltarle historias, el intérprete gaditano no puede tampoco contar que participara en todas las obras de teatro de su colegio. Ha estudiado con los mejores, eso sí. Con todos esos nombres que tanto nos suena cuando hablamos de interpretación: Cristina Rota, Eduardo Recabarren o Fernando Piernas.

Martinez (Cádiz, 1981), criado en Puntales, se marchó a Madrid apenas cumplida la mayoría de edad. Le animó un amigo. «Tienes algo, Rika». Tenía, y tiene, una mirada clara para perderse, un rostro bonito y algo de eso que llamamos ángel.

Para trabajar como modelo, aunque también hizo sus pinitos, le faltaba estatura. Y como siempre andaba inspirado en cualquier disciplina artística, finalmente recibió la llamada de la actuación.

Sin descubridores, mecenas, ni padrino, lo cierto es que Rika Martinez sí contó con una gran empujón, el de su amigo y actor cordobés Fernando Tejero. De su mano se inscribió en la escuela de Cristina Rota donde después de un año aprendió «las cosas que no tenía que hacer».

El gaditano terminó la diplomatura en Arte Dramático con el maestro Eduardo Recabarren en su estudio de la calle Águilas en Madrid. Ahora se sigue preparando en masters específicos con la maestría entre otros de Fernando Piernas, Raquel Pérez, Carla Calparsoro o Thais Curiá del Actor's Temple.

Durante esta década larga de preparación, Rika Martinez ha combinado trabajos en el cine, el teatro y la televisión. Precisamente en la pequeña pantalla se le pudo ver hace apenas un mes. En una de las series españolas con más audiencia de los últimos años, la desternillante y a ratos (cada vez más constantes) políticamente incorrecta 'La que se avecina'.

En su corta aparición, el gaditano interpretaba a un joven homosexual que le tira los trastos a Javier Maroto, papel encarnado por Antonio Pagudo. «Fue maravilloso, es verdad que son una gran familia y muy profesionales, en especial la directora, Laura Caballero», cuenta Martinez.

Pero no ha sido ésta su única aparición en televisión, aunque con 'La que se avecina' ha podido descubrir su vis cómica. 'Hospital Central', 'Matrimonio con hijos' y 'MIR' son algunas de las otras series donde ha participado. En cine, ha trabajado en películas como 'Días de fútbol' de David Serrano y 'Torremolinos 73' de Pablo Berger.

«Me gustan los papeles rebuscados y actores como Daniel Day Lewis y Javier Bardem», subraya a cerca de sus preferencias, sobre todo en cine, el formato por el que tiene predilección.

Aunque ahora se le puede ver en los teatros madrileños con 'Cubata', obra que comparte con Daniela Acosta. Además, ha participado en otros montajes como 'La ópera de cuatro peniques' de Bertolt Brecht, dirigida por Eduardo Recabarren, o en 'Desmesura'.

Destacan sus interpretaciones en algunas adaptaciones teatrales de otras tantas películas de éxito como 'Te doy mis ojos', '¿A quién ama Gilbert Grape?' o 'Buffalo 66'.

Y es precisamente con la escena con la que Rika Martinez pretende volver a Cádiz. Junto al también actor gaditano Manuel Tallafé, el joven intérprete busca apoyos para implantar en la capital gaditana un circuito de microteatro. La idea, una sala en la que se representen varios pases de piezas de 15 minutos de duración, se desarrolla ya, con gran aceptación, en las principales capitales del país como Madrid, Barcelona o Sevilla.

«En Cádiz debería haber oportunidades para actores, directores y productores. Nos merecemos ir más allá porque no tenemos nada que envidiar a otras ciudades en arte y pasión. Me veo muy capaz e íntegro para trabajar por la cultura en Cádiz», sentencia el actor, que dice andar también en conversaciones con el presidente de la Andalucía Film Commission, Carlos Rosado (también gaditano) para unir sinergias y explotar más la industria audiovisual en la provincia.

Al tiempo que continúa con estos empeños, Martinez se prepara para dar el salto al continente americano. Lleva tres años perfeccionando el inglés y no descarta trasladarse en los próximos meses a alguna ciudad anglosajona.

Ahora que había conseguido dominar el acento gaditano... «Al principio fue una traba mi forma de hablar, aunque sí es cierto que para otras cosas Cádiz sí gusta mucho», explica el intérprete. Y en Cádiz, con gaditanos, firmó uno de los trabajos de los que se siente más orgulloso, el cortometraje de José Prada 'Desayuno ibérico'. Talentos que vienen a refrendar la necesidad de apostar fuerte por la producción local.

¿Hacéis piña los actores gaditanos -Víctor Clavijo, O'Dogherty, las Chirigóticas...- en Madrid? Se le pregunta. «Los conozco, pero poco más, es muy difícil porque cada uno está en sus cosas, responde Martinez, que tiene muy claro cuáles son los métodos para llegar a convertirse en un gran actor si se le pregunta por fenómenos como el de otro intérprete de la provincia, Jesús Castro.

«Un actor se hace, puedes nacer con aptitudes, pero si no es por amor al arte, por la pasión que tienes por este trabajo, no se puede ser un buen actor. No se trata sólo de poner una cara bonita y que baile, hay que tener mucho cuidado con estas cosas», destaca.

«Me parece muy aburrido ser un funcionario del arte», continúa el actor. Quizá por esta declaración es por lo que a Rika lo que más ilusión le hace es que destaquen su versatilidad. Trabajo y constancia no le faltan. Por ejemplo, en su currículum sobresale su habilidad en el arte de la esgrima junto con la monta a caballo para las producciones históricas, ambientadas en otras épocas. Completo, sí.

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