CONTEMPORÁNEO
¿Por qué una exposición no es solo un escaparate de arte?
El CAAC inaugura la exposición «Mil bestias que rugen», que presenta a través de 24 artistas qué puede ser una muestra
Las exposiciones no son inocentes, sino que la disposición de unas obras en un museo supone la construcción de un relato no solo sobre el arte sino también de las ideologías , los procesos históricos y las relaciones de poder de una época. Como afirmaba de forma certera Bob Dylan en su canción «Visions of Johanna» : «Dentro de los museos, el infinito va a juicio».
Ese juicio, es decir, el discurso que ordena para la posteridad ese infinito que sería la obra de arte, es el tema que da cuerpo a la exposición «Mil bestias que rugen. Dispositivos para una modernidad crítica» , que puede verse en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) desde hoy al próximo 4 de marzo.
La muestra toma su nombre de unas reflexiones de El Lissitzky sobre cómo organizar un espacio expositivo que debía competir con otros 55 en una gran muestra internacional en Dresde. «Las grandes exposiciones internacionale s de pintura parecen un zoo, cuyos visitantes reciben los rugidos de mil bestias diferentes al mismo tiempo», escribió el artista ruso.
La muestra, cuya comisaria es Olga Fernández , trata de ofrecer algunas respuestas a esta cuestión a través de la obra de 24 artistas desde Yto Barrada a Tacita Dean , pasando por cuatro que han creado piezas específicamente para esta exposición: Marcel van Eeden , Sandra Gamarra , Isaías Griñolo y Porter McCray-MoAA .
«No se trata de hacer una historia de la exposición en el siglo XX », explicó la comisaria sobre una muestra en la que abundan obras que podrían calificarse de metaexpositivas. La idea de partida es que «las exposiciones no solo fueron un escaparate para que las obras de arte se presentaran al público, sino que ellas mismas elaboraron narrativas en las que se fueron filtrando las ideologías y los discursos dominantes ».
Para responder a la pregunta qué puede ser una exposición, las obras se han agrupado en tres núcleos temáticos. El primero muestra artistas que cuestionan la asociación entre el llamado arte primitivo y vanguardia , introduciendo el tema del colonialismo .
El segundo se centra en la forma en que se conformó el canon del arte moderno de la posguerra, que «coincidió con los intereses de la diplomacia cultural de la Guerra Fría ». Y el tercero indaga sobre el museo imaginario creado por el caudal infinito de imágenes de los media, que han modificado la forma en que el hombre ve el mundo.
El director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes , resaltó la ambición de una propuesta que denominó más un «ensayo visual» , que una exposición, motivo por el cual se ha editado un libro con textos de Olga Fernández.
Por su parte, el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez , señaló que «estamos ante una exposición importante y ambiciosa , que merece la pena conocer, disfrutar y compartir», pues entra «en uno de los debates más interesantes del mundo del arte actual».
