Fotografía

La doble personalidad de Eugen Gottmann, el fotógrafo nazi que vivió en Sevilla

En los años treinta tuvo un estudio en la calle Monardes, y al acabar la II Guerra Mundial se recluyó en Paradas

Retrato de Eugen Gottmann Fototeca Hispalense. Miguel Ángel Yáñez Polo

Andrés González-Barba

Sevilla y toda su provincia, por su especial situación estratégica dentro de España, fue un escenario predilecto que muchos nazis eligieron como lugar de residencia habitual, tanto antes del inicio de la II Guerra Mundial como al finalizar la contienda, cuando los alemanes derrotados huyeron de su país para no ser apresados y juzgados. Ese fue el caso concreto de Eugen Gottmann (Diedesheim, 1885-Paradas, 1960), un fotógrafo que durante los años treinta tuvo un estudio en la sevillana calle Monardes y que acabó sus días en la localidad de Paradas , donde vivió entre 1945 y 1960.

Algunos detalles de su apasionante vida han sido desvelados gracias a un reportaje que ha publicado recientemente en exclusiva la revista «Marchena secreta» en su número del pasado mes de junio-julio. El director de esta publicación, José Antonio Suárez López , lleva algún tiempo investigando a este personaje del que se tienen referencias gracias a la «Historia general de la fotografía en Sevilla» , de Miguel Ángel Yáñez Polo , en la que fue incluido como fotógrafo.

Gottmann tuvo ocho hermanos y se casó en 1909 con María Paulina Wambach a la edad de 24 años. Tuvo dos hijos, uno que falleció en el frente ruso, y el más pequeño —retratado en su estudio de Monardes—, que fue hecho prisionero en Canadá. Participó en la I Guerra Mundial como ingeniero de explosivos. Una vez acabada, estudió fotografía y fotogrametría aérea en Munich. Posteriormente, ejerció en dicha ciudad como fotógrafo con gran prestigio en 1923.

Su vinculación con Sevilla comenzó en el año 1930, año en el que dio clases de fotogrametría aérea a los militares españoles de la base de Tablada . Además, era agregado a la embajada alemana. Gottmann estaba enfrentado al cónsul alemán en Sevilla, Otto Engelhardt , que era antinazi y cuya casa -Villa Chaboya- aún se conserva en San Juan de Aznalfarache. Cuando en 1936 entraron en la ciudad las tropas nacionales mataron a Engelhardt.

Cámara Kodak de Eugen Gottmann con objetivo Carl Zeiss de 1910. Dicho objetivo lo ha adaptado Luis Hurtado para una cámara digital ABC

«Desde 1931 a 1938, Gottmann instaló un estudio fotográfico en la calle Monardes que se llamó Germania», dice Suárez López, quien añade que Manuel Ruiz de Arquellada era ayudante de Gottmann y colaborador de Duker, que trabajó como fotógrafo para Hitler. «Duker era amigo de Gottmann, de ahí la confusión y que lo llamaran el fotógrafo de Hitler. Gottmann aspiraba a ser cónsul alemán en Sevilla. Él era abiertamente partidario seguidor del Führer . De hecho, tenía uniformes de las juventudes hitlerianas y de las SS. Con el ascenso de Hitler toma protagonismo en el consulado», comenta el director de «Marchena secreta».

En el año 1938, su ayudante Ruiz de Arquellada, al incorporarse a trabajar al estudio como cada mañana lo encontró cerrado con una nota que decía «ausentado por viaje». A partir de aquí comienza una nueva etapa en la vida de Eugen Gottmann, pues con el inicio de la II Guerra Mundial se trasladó a Austria, donde se cree que pudo llegar a realizar tareas relacionadas con la propaganda o, incluso, de espionaje, pero no hay ningún documento que lo confirme. A este respecto, Suárez López se ha puesto en contacto con la Embajada de Alemania en España y con algún periodista germano, pero aún no ha hallado datos fiables sobre lo que ocurrió en aquellos años.

Vida oculta en Paradas

Cuando finalizó la II Guerra Mundial, Gottmann, que había perdido a sus dos hijos y cuya esposa falleció de tifus en Sevilla poco tiempo antes, decidió instalarse en Paradas porque «estaba lo suficientemente alejado de Sevilla como para no ser controlado», asegura Suárez López. Allí residió en una fonda entre los años 1945 y 1960. Trabajó como retratista en Paradas y Arahal. En muchos hogares de ambas localidades se conservan aún sus fotografías. En Paradas conoció a un joven, José Ramón Hurtado , el único discípulo del fotógrafo alemán que sigue vivo. El hijo de José Ramón, Luis Hurtado, colaborador habitual de «Marchena secreta», comenta en dicha publicación que Gottmann dejó en la consigna de la estación de Renfe en Sevilla un baúl donde guardó fotos, uniformes, etc.:«Nadie ha indagado lo que pasó con el baúl», afirma. Tras su muerte, «los de la posada de Paradas se quedaron con algunas cosas de él y me dieron algunas fotos suyas que luego entregué a Miguel Ángel Yáñez Polo (dueño de la Fototeca Hispalense) años después», asegura Hurtado.

Eugen Gottmann, un amante de la poesía de Göethe, hombre culto y que hablaba varios idiomas, murió en la pobreza más absoluta el 13 de febrero de 1960. Varios amigos le pagaron el entierro y sus restos reposan en el panteón familiar del cronista de Paradas, Florencio Vera .

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