André Breton reflejado en el espejo
André Breton reflejado en el espejo - ABC

El Pompidou consagra una sala a André Breton

El miércoles 26 de septiembre se conmemora el 50 aniversario de la muerte del fundador del surrealismo

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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El Centro Pompidou celebra el L aniversario de la muerte de André Breton (Tinchebray, 1896-París, 1966) consagrándole una gran sala en el marco del gran proyecto de «Políticas del arte», que sirve de introducción a las celebraciones del 40 aniversario de la inauguración del museo.

El patriarca fundador del surrealismo francés murió en París el 28 de septiembre de 1966. Ya había entrado en la historia de las grandes convulsiones vanguardistas que cambiaron el rumbo de la historia del arte de nuestra civilización. Medio siglo después de su muerte, el Pompidou desea reinstalar su inmenso legado como escritor, poeta, ensayista y teórico del surrealismo en la magna estela de las aguas bautismales del movimiento surrealista, para mejor «repensar» las distintas trayectorias del arte contemporáneo.

«Surrealismo y política»

La nueva sala André Breton del Centro Pompidou, «Surrealismo y política: cuando los surrealistas llevaban razón», forma parte de un recorrido general consagrado a un tema inflamable «Las políticas del arte», intentando desbrozar las relaciones felices, infelices, polémicas, subversivas, catastróficas, afortunadas, devastadoras, inquietantes, casi siempre, entre el arte y la política, la política defendida por los artistas, desde posiciones sencillamente antagónicas, del fascismo al comunismo.

En el caso de André Breton y su nueva sala, abierta al público a partir de este jueves, la política del «papa» surrealista osciló entre varias revoluciones, no siempre felices: «Cambiar el mundo y cambiar la vida». Entre las obras de la nueva sala el visitante podrá descubrir una obra legendaria de Salvador Dalí, «Alucinación parcial. Seis imágenes de Lenin al piano» (1931). Conocida la trayectoria política personal de Dalí, esa obra, de un surrealismo «clasicote», puede «leerse», de diversas maneras, enfrentadas.

«André Breton, surrealismo y política» presenta objetos, obras, manifiestos, cuadros, esculturas, documentos, destinados a ofrecer una síntesis del legado y la trayectoria de un personaje muy fuera de serie, tan genial como histriónico, capaz de roturar inmensos territorios por descubrir y de lanzar «excomuniones» jupiterinas contra sus adversarios íntimos, por razones justificadas o peregrinas, según su humor.

«El visitante podrá recordar y evocar los campos más fértiles y catastrófico»

Del coqueteo con el comunismo a la denuncia de los Procesos de Moscú, de la ascensión de los fascismos a la fundación de la V República, André Breton tomó parte apasionada en muchas de las grandes batallas políticas de los primeros cincuenta años del siglo XX en Europa.

Su fe mesiánica en el gran arte quizá fue mucho más profunda que su gesticulación política, culminando con una oscura fe en el espiritismo. De ahí que la nueva sala del Pompidou tenga una dimensión pedagógica fuera de lo común: a través del personaje, sus genialidades y locuras, el visitante podrá recordar y evocar los campos más fértiles y catastróficos, las ilusiones y las ruinas, de una página mayor del arte occidental.

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