Oskar Fischinger, el artista que consiguió pintar la música

El pintor y realizador, que es considerado uno de los pioneros del actual videoclip, tuvo que emigrar a Estados Unidos porque en la Alemania de Hitler le consideraban un «degenerado»

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Para Oskar Fischinger la pintura, la música, el movimiento y el color podían llegar a ser un todo. El artista, nacido en Gelnhausen un 22 de junio de 1900, tuvo siempre en su cabeza ideas creativas que los demás no alcanzaban a imaginar e incluso a entender. Es por ello que con 36 años tuvo que cruzar el charco y partir desde la Alemania de Hitler hacia tierras estadounidenses para poder desarrollar todo su arte. En su tierra natal, era considerado uno de esos artistas extraños que podían llegar a molestar. Uno de esos que eran considerados del grupo de los «degenerados».

Aquel apodo lo recibían por su arte experimental, en el que cruzaban imágenes con sonidos, mezclaban colores, de tal manera que llegaban a pintar la música. Y Oskar Fischinger era de los mejores en esta empresa. Tan innovador podía resultar su estilo, que muchas son las voces que le han considerado uno de los pioneros en la creación del videoclip. Imágenes que toman vida, que juegan con las luces para crear perspectivas fuera de lo común.

Su vida no fue excesivamente larga, pues falleció con 67 años, pero la vivió con una gran intensidad en cuanto a las facetas que desarrolló se refiere. Pintor, músico e incluso «realizador visual». En las tierras estadounidenses experimentó con el cine e hizo un intento de filmar alguna película. Antes, con escasos recursos, había grabado «Caminata de Múnich a Berlín». Ciertamente, el énfasis que puso en tratar de triunfar no se vio correspondido con el éxito final en la lejana Norteamérica.

Además, Oskar Fischinger compuso durante su vida un poema óptico para «La segunda rapsodia húngara» de Liszt, aunque no fue recompensado por ello. El artista alemán no dejó en ningún momento de su vida de desarrollar su capacidad creativa. De hecho, en sus últimos años, se dedicó a la pintura al ólea para tratar de dar rienda suelta a su tremenda imaginación. Hoy, se cumplen 50 años de la muerte de este «artista generado» que supo atrapar al público con sus animadas creaciones.

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