Marc Pataut, el fotógrafo que entregó su cámara a los excluidos

El Reina Sofía dedica la primera monográfica en España al creador francés, reinventor del documental y cuyo trabajo está marcado por una poética de la precariedad

Marc Pataut. La Cornillon.-Grand Stade (Saint-Denis). Noël Perros delante de su casa, 1994 MUSEO REINA SOFÍA
Natividad Pulido

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Es la antítesis del fotógrafo estrella . Que los hay, como también hay pintores, escritores o arquitectos estrella. No advertimos impostura en Marc Pataut (París, 1952) y sí mucha empatía. Es grande, afable, bonachón , va con la cámara a cuestas... Comenzó como fotoperiodista en la agencia Viva y reinventó el documental : el fotógrafo desaparece no solo como mediador social entre los más desfavorecidos y la sociedad, sino que va más allá: convive e incluso comparte su cámara con ellos . No es el suyo un trabajo individual, sino compartido. La democratización de la fotografía . Un artista que cuestiona las instituciones, los museos y que, como advierte Manuel Borja-Villel , director del Reina Sofía, «plantea preguntas, pero no las responde». Este museo le dedica una exposición. Como Pataut, no es ambiciosa. No es una antológica, tiene una escala pequeña, como sus propias fotografías, a pesar de que son 300 obras.

La muestra (hasta el 27 de agosto en la tercera planta del edificio Sabatini ), que se enmarca en PHotoEspaña , se centra en los años 90, aunque también hay trabajos anteriores, de los 80, que ayudan a entender su obra posterior. Pataut se aleja del instante decisivo de Cartier-Bresson . Tiene otra manera bien distinta de entender la fotografía, marcada por la precariedad . Retrata a desfavorecidos, sin techo, excluidos, enfermos mentales, parados... preservando esa alteridad, sin normalizarla.

Marc Pataut, ayer en el Reina Sofía EFE

En un hospital de niños psicóticos

Jorge Ribalta , comisario de la exposición, continúa narrando en el Reina Sofía una historia de la fotografía documental . Primero fue «El movimiento de la fotografía obrera» (2010); después llegó «Aún no. Sobre la reinvención del documental y la crítica de la modernidad» (2015) y ahora «Marc Pataut. Primeras tentativas» . Para Ribalta, son tres las principales innovaciones del fotógrafo francés. En primer lugar, descubre que hay una buena vida dentro de una vida infame (en las casas de los sin techo hay libros, reproducciones de cuadros... Saben vivir). Además, el artista se disuelve y comparte su cámara, la reparte entre otros . Vive con los que fotografía. Son su primer público. Y, por último, cierto lirismo, una poética de la precariedad . Paradójicamente, pese a la posición fuerte y combativa de su trabajo, su fotografía no es dura, es amable.

Marc Pataut. Le Cornillon-Grand Stade (Saint-Denis). La casa de Joël, 1994 MUSEO REINA SOFÍA

Las primeras salas de la muestra exhiben «Hospital de Día» , de 1981-82, que anticipa su trabajo posterior. Le encargaron impartir un taller de fotografía con niños psicóticos en el Hospital de Día de Aubervilliers . Pataut repartió cámaras Instamatic entre los niños para que ellos mismos hicieran sus propias fotografías. Se implicó tanto el artista que llegó a trabajar unos meses como enfermero. Relata así su experiencia en aquel hospital:«Yo fui allí a hacerme fotógrafo, para elaborar un gran reportaje, para denunciar el internamiento. Me encuentro con niños que sufren y educadores que están ahí para que sufran menos. Me doy cuenta de que hay que ponerse a trabajar. Repartí a los niños cámaras desechables. Hice un retrato de cada uno de ellos, hice las hojas de contactos de sus fotografías y reuní el conjunto en un álbum que contiene la totalidad de los contactos. Sus fotografías me causaron una gran conmoción , fueron muy importantes y lo son todavía hoy». Pataut explicaba ayer, durante la presentación de la muestra, que se dio cuenta de que «denunciar la situación no era el método adecuado. Debía comprender a los otros . No son los parias de la sociedad. Lo importante era participar, crear juntos una herramienta de trabajo. Quería movilizar sus vidas con mi trabajo ». Cuenta que uno de esos niños se puso la cámara con el objetivo apuntando a su cuello. «El cuerpo tiene mucho que ver con cómo se hace un retrato», comenta.

Manifestaciones APES/Ne pas plier 1996-98 CORTESÍA DE MARC PATAUT

Iconografía de protesta

Otro de los trabajos presentes en la exposición es «Ne pas plier (No plegarse)» , su proyecto más político. Fue miembro fundador de un colectivo que agrupaba a artistas, diseñadores, sociólogos... Es el caso de Gerard Paris-Clavel o Isabelle de Bary. Juntos hicieron toda una iconografía de protesta contra la globalización: pancartas llenas de ironía, cintas adhesivas con mensajes de resistencia, o una «Galera del paro» (un cubo blanco transportable como espacio expositivo). Considera Marc Pataut necesario « movilizarse para que la imagen cobre vida. Por sí sola no es nada ».

También conoció a los sin techo que vivían en Le Cornillon , el antiguo polígono industrial en Saint-Denis , al norte de París, antes de que fueran desalojados en mayo de 1995 para construir el flamante estadio. «Me parecía intolerable que en nuestra época se pudiera vivir a la intemperie. Pero con el paso del tiempo comprendí que aquella gente sabía recuperar el hierro fundido o el acero, dormir al raso una noche o un mes, cosa que yo no sé hacer. No tenían nada que ver con los sin techo del Metro que se abandonan. Llevaban una vida digna ». El fotógrafo mantuvo contacto con dos niñas que aparecen en las fotografías que hizo. Hoy están en la Universidad. «No recordaban su infancia. Gracias a estas fotografías pudieron reconstruir fragmentos de su pasado», cuenta Pataut.

La muestra recoge otros de sus trabajos, como «Sallaumines» , centrada en una región minera de Francia; «La Rue », un periódico hecho por y para los sin techo en colaboración con Médicos del Mundo; o «Laotil» (1998-99), un proyecto entre Marc Pataut y Sandra Álvarez de Toledo. Un paseo fotográfico-literario por el lugar donde estuvo un hospital psiquiátrico en Neully-sur-Marne. Textos e imágenes invanden la sala. Y se cierra el círculo.

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