Un cuadro de Sorolla sale mañana a subasta en Londres por 341.000 euros

El cuadro 'Llegada de las barcas' del pintor español Joquín Sorolla se subastará este 13 de julio en la sala de Christie's en Londres con un precio de salida de 341.000 euros.

El cuadro, con un formato de 29 x 44 centímetros, pertenecía a una colección privada europea en la que ha estado cerca de 30 años sin acceso al público. «Hace cuatro meses llegó a la galería y pensamos que era importante que la vieran los españoles», relató el pasado 20 de junio la consejera delegada de la galería Christie's, Carmen Schjaer.

«Al natural gana mucho» puesto que la pintura tiene «grosor y textura», explicó Schjaer, aseverando que en el cuadro «está todo lo que se espera de Sorolla concentrado en un formato pequeño».

En la obra se observa una escena a orillas del mar con barcos de vela y pescadores en la playa del cabañal en Valencia. Sorolla siempre plasmaba la vida, la alegría y la belleza del momento en sus cuadros, y el mar «era imprescindible para él», añadió Schajer.

El lienzo fue pintado en 1903, en el «culmen del proceso creativo» del pintor, y al natural. Según precisó, Sorolla en ese momento «estaba aprendiendo a manejar la luz y el espacio», algo que se refleja en la obra. «Es todo frescura», señaló tras explicar que en el cuadro se aprecia la luz que traspasa la velas y la unión de la arena con el agua de una manerea «magnífica».

Por su parte, la especialista de pintura del siglo XIX Adriana Marín puos de relieve que la peculiaridad de este cuadro es que a pesar de «su pequeño formato, su escala es enorme». Asimismo añadió que «la prontitud» de la pincelada es lo que denota que Sorolla realizó esta pieza «al momento». «Para pintar al natural tenía que hacerlo muy rápido», ha explicado.

«En esta pieza se encuentra todo Sorolla: doce personajes, un buey, el mar y los barcos. Es un cuadro ambicioso a pesar de su formato», añadió.

Por último, la presidenta de la casa de subastas, Pilar González de Gregorio, destacó la «labor y generosidad» de la familia del pintor quienes han concedido «la mayoría de sus obras» sin «hacer negocio de ello». «Si el museo Sorolla existe, es gracias a su familia», declaró antes de expresar su deseo de que «alguna institución española puje por el cuadro» para que pueda quedarse «en su país de origen».