El Coliseo vuelve a rugir en Roma

Italia inaugura por todo lo alto la restauración integral del monumento más famoso del mundo

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El Coliseo renace con su antigua e impresionante apariencia. El monumento símbolo de Roma y de Italia resplandece ya bajo el sol de julio. Se ha concluido la importante restauración financiada por la firma de moda y zapatos Tod’s, que contribuyó con 25 millones de euros. El gobierno italiano ha querido realizar una gran inauguración, convirtiendo la nueva imagen del Coliseo en el gran símbolo de ese nuevo renacimiento que busca para el país el primer ministro, Matteo Renzi. «Hoy se da una señal estrepitosa al mundo. El patrimonio cultural es nuestro más grande elemento de orgullo e identidad, pero también de potencial reclamo. Se ha terminado el tiempo en el que los italianos se lamentaban por que faltaban los dineros para la cultura», clamó Matteo Renzi, quien estuvo acompañado por el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, y el patrón de Tod’s, Diego della Valle.

Matteo Renzi evocó el Brexit para, con un toque de patriotismo, mostrar que en Italia está vivo el sueño europeo: «Esto no es solo una operación de recuperación, esta es la señal de lo que Italia debe representar en Europa, la señal de nuestra identidad, el elemento más fuerte que Italia lleva al alma más profunda de Europa. Estos son días duros después de lo que ha sucedido en el Reino Unido, pero los italianos volvemos a partir desde nuestros valores: Orgullo, atención y pasión. Este Coliseo restaurado es el símbolo de la Italia de hoy».

Los trabajos de restauración se iniciaron, tras larga preparación y cierto debate, prácticamente en el 2013. Fue Vespasiano quien comenzó la construcción del Coliseo en el año 72 d.C. y fue el emperador Tito el que lo inauguró 8 años después, con 100 días dedicados a juegos, en los que se mataron más de 5.000 animales. El anfiteatro podía acoger a unas 50.000 personas. En la época, Roma contaba aproximadamente con un millón de personas.

Seguramente el Coliseo sigue siendo el monumento más famoso del mundo. El pasado año lo visitaron 6.551.000 personas. La primera gran emoción de la restauración se produjo en el 2014, cuando volvieron los colores originales, desvelando el antiguo, y hoy completamente nuevo, color del travertino, la piedra natural característica de Roma desde el siglo I a.C., habitualmente utilizada en las construcciones. El color original en el Anfiteatro Flavio es de un tono claro y variado, que va desde la miel a ocre amarillo y castaño, con el resultado de una coloración oro, sorprendente. Los técnicos explican que se trata de un color con la tonalidad de ámbar, derivada de la pátina del tiempo, rigurosamente preservada durante las operaciones de limpieza, fruto del oxalato de calcio que se forma naturalmente con el paso de los años. La cubierta de negro debida al tráfico y la contaminación ha desparecido por completo.

Para la limpieza no se utilizaron agentes químicos o agresivos, sino simplemente agua que se lanzó con más o menos intensidad a distancia de pocos centímetros. Es decir, no se utilizaron los chorros de arena, instrumentos más potentes y adecuados en otros casos. En el Coliseo el agua se tuvo que utilizar con precaución, ya que era necesario disolver las impurezas, pero no raspar la superficie o dañar la preciosa pátina del tiempo. La emoción tras los primeros resultados de la restauración fue ya muy grande, porque se confió que el mundo se iba a sorprender al descubrir el verdadero color del Coliseo. Y así ha sido.

Las tareas para la limpieza externa del Anfiteatro Flavio continuaron durante dos años. La restauración se ha acabado prácticamente en el tiempo previsto. Al trabajo de restauración han contribuido los mejores profesionales de Italia, desde arqueólogos a arquitectos, ingenieros y restauradores, además de trabajadores especializados.

Ahora se iniciará una fase distinta: se realizará un Centro de Servicios y los trabajos se concluirán con otras obras en los subterráneos y galerías. El empresario De la Vale seguirá financiando algunos de estos trabajos y el Estado pondrá otros 18 millones de euros, para completar toda la operación en el 2018, según anunció ayer el ministro Franceschini. Concretamente, la idea dar nueva vida al Coliseo. Para ello, se quiere transformar el anfiteatro para que tenga diversas funciones, como la de auditorio, por ejemplo. Como en la antigüedad, el Coliseo será dotado incluso de la arena.

Fundamental en la proyección del nuevo monumento es la «Asociación Amigos del Coliseo», sin ánimo de lucro. Colaborará con el centro de acogida que se construirá en el área de servicios, y entre otros objetivos servirá para ayudar a personas ancianas, discapacitados y a quienes deseen información particular sobre el monumento.

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