La colección Abanca, en Madrid
La colección Abanca, en Madrid - Jaime García

La colección Abanca llega a Madrid con el cubismo de Picasso

El Museo Thyssen expone una docena de obras que hasta ahora nunca habían salido de Galicia

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Cuando Pablo Picasso tenía trece años se le ocurrió pintar en un folio por las dos caras una escena cotidiana gallega y la caricatura de un cura y un torero. Corría el año 1895 y el talentoso andaluz vivía en La Coruña, donde a su padre le ofrecieron un puesto como maestro de dibujo en un centro de educación secundaria. Hasta el 13 de diciembre, esos primeros diseños y alguna de sus obras más representativas estarán expuestas en el Museo Thyssen, que inauguró ayer la exposición «Picasso y el cubismo» con los fondos de la colección de arte Abanca.

La propuesta de Guillermo Solana, director artístico del museo; y Juan Ángel López-Manzanares, comisario de la exposición, era generar un diálogo entre los dos principales artífices del cubismo con otros autores influenciados por este movimiento.

La muestra en sí misma es como una caja de bombones –doce concretamente– entre los que destacan cinco obras de Pablo Picasso que resumen al primer toque toda su trayectoria artística. Desde esos primeros dibujos cuando apenas era un adolescente hasta «Le Peintre et son modèle I», terminado en 1963.

«Es un panorama del corazón del arte del siglo XX a través de su figura más representativa», resumía ayer Solana. Los dibujos iniciales y esa pintura final se salen del movimiento cubista pero son realmente sorprendentes, como el alfa y omega de toda su carrera.

«En la colección de arte Abanca hay una muy buena representación del surrealismo con figuras como Dalí, pero finalmente nos decantamos por Pablo Picasso y el cubismo por ese paso por Coruña que realizó el autor durante su formación», explicó Solana. Desconocida todavía para el gran público, la colección de arte Abanca empezó a nutrirse en los años 70 con el trabajo de artistas principalmente gallegos como Castelao o Luis Seoane. Sin embargo, con el tiempo creció hasta las 1.350 obras y fue añadiendo a esos artistas locales los nombres de Pablo Picasso, Dalí, Tàpies, Miró, Chillida, Barceló o Kandinsky. Un patrimonio que sale de Galicia por primera vez y que será declarado próximamente Bien de Interés Cultural (BIC).

«Es una gran satisfacción poder presentar por primera vez en Madrid una pequeña selección de nuestra colección de arte», agradeció Juan Carlos Escotet, vicepresidente de Abanca. «Son sólo unas pocas obras que nos acercan a uno de los acontecimientos pictóricos más relevantes del siglo pasado. Y aunque este número no refleja el volumen real de nuestros fondos artísticos, todas están unidas por un eje vertebrador que es el arte contemporáneo».

Cubismo racional

Las obras de la exposición, cuyo acceso es gratuito, están dispuestas de forma cronológica y mezclan a Picasso y Georges Braque –ideólogos y artífices del cubismo– con otros autores como Juan Gris, Jean Metzinger o María Blanchard, que dieron a este movimiento un enfoque más analítico y racional. En ese cubismo primigenio destaca «Profil à la fenêtre» de Picasso, una obra difícil de interpretar pero que, según el comisario de la muestra, corresponde al tramo final de su relación con Marie-Thérèse Walter; un periodo más próximo al surrealismo.

«Es un momento en el que Picasso vive bastantes tensiones en su relación con Olga Khokhlova y se expresa un poco en esta obra porque representa a Marie-Thérèse como si fuera una especie de ave enjaulada». Y así fue, la pintura se adelantó a los hechos y, poco después, Picasso rompió con Marie-Thérèse para iniciar algo nuevo con la fotógrafa Dora Maar.

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