Fotografía de Josefina Manresa y Miguel Hernández tomada en Jaén capital en marzo de 1937
Fotografía de Josefina Manresa y Miguel Hernández tomada en Jaén capital en marzo de 1937

El último documento del expediente de Miguel Hernández, un certificado para que su viuda cobrara pensión

Se expidió en 1979, y en él el subdirector de cumplimiento y diligencias de la cárcel de Alicante lo solicitaba para Josefina Manresa

Madrid Actualizado: Guardar
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La Causa 21001, es decir, el expediente penitenciario del poeta Miguel Hernández se cierra con un documento conmovedor fechado el 24 de marzo de 1979, es decir, treinta y siete años después de su muerte en el centro penitenciario de Alicante. Es un certificado extendido por el subdirector de cumplimiento y diligencias de dicha prisión en el que se recoge que el escritor ingresó en ese establecimiento el 29 de junio de 1941, como penado, y que permaneció allí hasta el 28 de marzo de 1942 «en que falleció a consecuencia de fimia pulmonar».

«Este interno cumplía pena de treinta años de reclusión mayor impuesta en Sumarísimo 21001 del Juzgado Militar de Madrid. Delito de adhesión a la Rebelión militar.

Y para que conste, a petición de su viuda, extiende el presente, visado por el Sr. Director (...)».

Vicisitudes

El asiento de que se ha extendido dicho certificado de permanencia en la cárcel, el nombre de la solicitante, Josefina Manresa, y las firmas de los funcionarios junto a la fecha y el sello del centro penitenciario cierra el expediente del poeta. Es el final anticipado y doloroso de la cuenta saldada con quienes le habían condenado cuatro décadas antes. Bajo el epígrafe «Vicisitudes», y escrito con una caligrafía rotunda y clara, acaba cualquier relación del «poeta de la revolución», como lo denominan en el primer certificado del Juzgado Militar de Ejecutorias de 1940, con los barrotes, la enfermedad y la condena.

Ese certificado es la respuesta a una petición que había enviado al director del Reformatorio de Adultos de Alicante tres días antes -21 de marzo de 1979- la Gestoría Torres Clement de Elche. «Me permito molestar su atención, al objeto de solicitar de su amabilidad, tenga a bien expedir y remitir a este despacho certificado como el Sr. Miguel Hernández Gilabert, que falleció el día 28 de marzo de 1942, en ese reformatorio a consencuencia de Fimia Pulmonar, producida a causa de la Guerra Civil por estar encarcelado en ese Reformatorio».

Viuda de guerra

El gestor explica que pide el justificante porque Josefa Manresa, la mujer del poeta, «ha solicitado la pensión por ser viuda de guerra y se lo exigen en el Ayuntamiento». Se refiere, sin mencionarlas expresamente, a las pensiones de clases pasivas para familiares directos de fallecidos durante la Guerra Civil o después como consencuencia de la contienda, que fueron aprobadas ese año.

A esos últimos documentos de 1979 les preceden otros que se adjuntaron al expediente penitenciario en varios días de julio de 1944, más de dos años después de la muerte del escritor. El más importante procede del Juzgado Especial de Ejecutorias, adscrito a la comisión de examen de penas. Tiene fecha de 4 de julio y se envía desde dicho Juzgado a la prisión de Alicante.

«En sumarísimo urgencia N.21001, seguido contra Miguel Hernández Gilabert, de 28 años, estado casado, profesión escritor, visto en Madrid (...) se ha conmutado la pena en él impuesta, de 30 años por la de 20 años y un día, con las accesorias de esta pena. Condena firme que dejará cumplida el día 4 de mayo de 1959, en la que, si no le alcanza responsabilidad ajena a este procedimiento, deberá ser puesto en libertad». El 28 de julio de 1944 responde la prisión de Alicante «devolviéndole sin cumplimentar la diligencia de notificación por haber fallecido el interesado con fecha 28 de marzo de 1942». El 30 de octubre de 1944 el director general de Prisiones vuelve a insistir a Alicante en la comunicación de la rebaja de pena. La máquina burocrática franquista, pese a los múltiples asientos, aún no se daba por enterada de la muerte del poeta.

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