Seguir navegando frente a viento y marea

De la Casa del Lector de Madrid zarpó ayer el público concienciado de la importancia del patrimonio que aún queda en el fondo de los océanos. Los mares lo engullen todo. También se convenció el público de la gran labor que realizan los arqueólogos e historiadores que tratan de rescatar nuestro pasado del fondo de los años. Una labor que no sabe de fronteras como se vio en la ponencia del arqueólogo Niklas Eriksson, venido desde Suecia. Explicó la labor que se realiza en el país en materia de recuperación de la yacimientos subacuáticos.

Ayer miércoles era la segunda y última de las « Jornadas internacionales de historia y arqueología subacuática. El auge naval y el desarrollo de las naciones

». Dos días de ponencias, debates y propuestas para avanzar en estos campos y tratar de concienciar al gran público. Porque respecto a los mares, como se recordaba en las jornadas, «ya comienza a hablarse de economía azul». Figuras como el portugués Alexandre Monteiro o el madrileño Carlos León, ilustraron las jornadas sobre la lacra que suponen los cazatesoros para los restos que aún guarda el fondo marino. El expolio realizado por los cazatesoros que han arramplado con todos los pezos con los que se han topado.

Hubo tiempo también para el optimismo. La nota la puso Vincent Creuze (LIRMM) quién se encargo de reseñar las últimas tecnologías que buscan facilitar la labor de los arqueólogos en las profundidades. Este es el caso del robot 'Ocean One' que permite incluso a los arqueólogos que lo dirijen «sentir» lo que toca el robot. El problema comentado por muchos de los investigadores era la falta de presupuesto para adquirir estos avances tecnológicos. Pero frente a todos los problemas y dificultades, este tesoro que guardan los mares va mas allá de lo profesional. Es un «punto de reencuentro en el caso de lo hispánico», como recordó el abogado José María Lancho.

Ya por la tarde se trazó una ruta a través de los mapas conservados en la Biblioteca Nacional gracias a Carmen García Calatayud y a José María Moreno. Les siguieron en la sesión vespertina ponentes de la talla de Hugo O'Donnell, de la Real Academia de Historia, quién afirmó que «la bandera española nació en el mar». Agustín Rodríguez o Juan José Baena compartieron el debate en una de las mesa. Porque sobre el futuro de este tema, como se demostró, hay voluntad y grandes proyectos.

Entrevistamos a @DalmauFerrerpic.twitter.com/UIaKlOaIlv

— espejodenavegantes (@espejonav) 14 de diciembre de 2016

Y como alguien tiene que pintar las grandes gestas de la Historia, incluso las que se tragó el mar, Jesús García Calero entrevistó al pinto Ferrer-Dalmau autor de «El último combate del Glorioso» y otra serie de escenas navales de gran dramatismo y realidad.

Como grandes retos surgidos del debate durante estas jornadas se planteó la necesaria mejora en materia de divulgación. También la de crear unas redes más estrechas y sólidas entre lo público y lo privado para posibilitar la financiación de más proyectos.

Las jornadas se clausuraron con una última mesa formada por la Subdirectora General de Patrimonio, Elisa del Cabo, el arqueólogo Javier Noriega, Rafael Duaerte y el coordinador y periodista de ABC Jesús García Calero. Así se despidieron estas jornadas, pensando ya en futuras ediciones. Porque la mejor historia aún está por contar.