San Sebastián 2016 olvida las dudas y aspira al «éxito»

«Señor alcalde, puede contar con el apoyo y el respaldo del gobierno de la nación para que sea un éxito. Para que la historia de San Sebastián que quiere contar en Europa, una historia de superación y protección de libertad, sea un presente cargado de futuro». Estas palabras del ministro de Cultura, Educación y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, al cerrar el acto de presentación de la programación de la capitalidad europea San Sebastián 2016, resumen todo un vuelco. El de un proyecto que en manos de Bildu estuvo a punto de irse a pique y solo generó polémicas -nombramientos amañados, adjudicaciones a dedo-. Ya sin la «izquierda abertzale» al frente del Ayuntamiento, la buena sintonía presidió el acto celebrado ayer en el edificio de Tabacalera para presentar en sociedad el programa oficial -que se entregó al concluir, con alusiones más bien genéricas durante la ceremonia-.

La presencia de Méndez de Vigo contrastó con la ausencia del lendakari Iñigo Urkullu;la máxima autoridad del Gobierno vasco fue la consejera Cristina Uriarte.

La capitalidad cultural arrancará en la noche del 19 de enero y enlazará con cinco días de actividades especiales que culminarán, el 23, con el acto de inauguración diseñado por el ex Fura dels Baus Hansel Cereza. A partir de ahí, con el hilo conductor de «cultura para convivir», se sucederán doce meses con 102 proyectos y medio millar de actividades.

Méndez de Vigo puso el acento en los «múltiples beneficios» que puede reportar la capitalidad, con «importantes réditos sociales y económicos», así como el refuerzo del «sentimiento de pertenencia a un espacio cultural común», el europeo.

Como «Puentes de tránsito», en el que los puentes donostiarras acogerán muestras artísticas de otras ciudades europeas; las representaciones de «El sueño de una noche de verano», en el 400 aniversario de la muerte de William Shakespeare, en el parque Cristina Enea, y de «Los tratos de Argel», de Miguel de Cervantes; el festival europeo de escuelas de música;la cumbre europea de diversidad lingüística; y el proyecto «Tratado de paz», que abordará esta temática con exposiciones y seminarios.

«La aspiración última de esta capital podría ser la que expresaba Eduardo Chillida poco antes de su nuerte: “Lo único que quiero es ofrecer ese espacio a todos los hombres del mundo, que puedan ir allí y que los propietarios de ese espacio sean todos los hombres”», cerró el ministro.