Pilar Abel pedirá justificantes de la «cadena de custodia» de los restos de Dalí

La vidente tiene «dudas» sobre los análisis realizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que han descartado que sea hija del pintor

La vidente Pilar Abel AFP

ABC.es

La vidente de Figueras Pilar Abel pedirá los «justificantes de la cadena de custodia« de los restos de Salvador Dalí , que fueron exhumados para realizar las pruebas de ADN. Abel tiene «dudas» sobre el resultado de los análisis realizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que han descartado que sea hija del pintor catalán.

« Estoy luchando contra un imperio y yo a su lado no soy nada », se ha lamentado la vidente en una entrevista en TVE.

La defensa de Pilar Abel ya intentó ayer la suspensión del proceso al no contar con un «informe riguroso» sobre la custodia de las pruebas de ADN, que fue rechazado por el juez. «Solo pedimos un proceso de transparencia porque, en este caso, al ser demandado el Estado, el Instituto de Toxicología es juez y parte», señaló el abogado de la vidente.

La Fiscalía alertó ayer sobre los riesgos de «intentar sembrar dudas» sobre la labor del Instituto Nacional de Toxicología . «No se puede poner en cuestión la labor de profesionales serios: los resultados de la prueba de ADN no solo son una verdad científica, sino que también es material y prácticamente ya no se necesita nada más. Ojalá otros jueces contaran con pruebas tan fiables », añadió.

La vidente se ha quejado además de que durante la vista celebrada en el Juzgado de Primera Instancia número 11 de Madrid no le dejaran declarar. «Yo no sabía a qué iba; no pude hablar, me estaban acusando sin que pudiese decir nada», ha explicado.

Traslado de los restos de Dalí EFE

El cuerpo de Salvador Dalí fue exhumado el 20 de julio a petición de la titular del Juzgado de Instancia 11 de Madrid, que ordenó abrir la tumba con el fin de extraer material biológico y comprobar la supuesta paternidad que reivindicaba Pilar Abel. Para desenterrar los restos mortales del artista, fue necesario retirar una losa de una tonelada y media de peso debajo de la cual descansa el cadáver embalsamado de Salvador Dalí desde hace 28 años en el Teatre-Museu de Figueres.

Para cotejar las pruebas genéticas de Abel con los restos mortales de Dalí se extrajeron pelo, uñas, dientes y dos huesos largos que en adelante serán repuestos en un acto privado para preservar la integridad del cuerpo del difunto.

Durante la vista oral, los abogados de la Fundació reiteraron en numerosas ocasiones que no debería haber acudido a este proceso, al no ser la heredera del legado de Dalí -es el Estado-, si bien subrayaron que «esta demanda nunca debería haber sido admitida a trámite». «Se habla de relaciones íntimas pero no se ofrecen más datos ni detalles. Es una demanda fruto de una imaginación abundante y una inclinación clara a atraer el foco de atención de los medios de comunicación, ya que le precede un currículum como la demanda contra Javier Cercas», añadieron los abogados.

Según ha explicado la propia Abel en más de una ocasión, todo el caso se basa en la suposición de que Dalí habría mantenido un romance clandestino con su madre en 1955 mientras trabajaba al servicio de una familia en Portlligat (Cadaqués). Al saber que estaba embarazada, su madre regresó a Castelló d’Empúries, donde contrajo matrimonio con otro hombre. Este relato –basado en los testimonios de su madre y de su abuela– y un acta notarial de una cuidadora de la madre que reconocía la relación sentimental con el pintor es cuanto necesitó Abel para acabar forzando la más sonada exhumación de la historia del arte.

Aunque Abel siempre había dicho que lo que pretendía saber si Dalí era su padre biológico para poder llevar así su apellido, a medida que el caso empezó a ganar notoriedad mostró su intención de emprender un segundo proceso para reclamar la legítima de la herencia del pintor, que alcanzaría el 25% del patrimonio legado al Estado español y gestionado por la Fundación Gala-Dalí. Un pellizco del patrimonio del artista que algunas fuentes cifran en unos 300 millones de euros.

Los resultados de las pruebas de ADN no solo le alejan de esa posibilidad, sino que salirle muy caras. Tanto la Fiscalía, como la Abogacía del Estado y la Fundació Gala-Salvador Dalí reclamaron al juez que la pitonisa pague las costas «por temeridad» al entender que su demanda para ser reconocida como hija del pintor Dalí ha tenido una « intención caprichosa, reticente y sin fundamento ».

Ella ha reiterado que carece de bienes. « No tengo nada, soy insolvente , me pusieron abogado de oficio», asegura.

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