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El nuevo disco de David Bowie, «Blackstar», plagado de pistas sobre su muerte

«Lazarus» está narrada desde el más allá, y «Blackstar» comienza con una ejecución. A partir de ahí se vuelve más inquietante

MADRID Actualizado: Guardar
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El último disco de David Bowie tiene solo siete canciones pero resulta muy oscuro, como avanzábamos al publicar la crítica en ABC. «Blackstar», sin que nadie salvo su entorno más próximo pudiera percatarse del verdadero significado, está plagado de referencias a la muerte y tiene un tono agónico. Para empezar, en el vídeo «Lazarus» que acompaña al single, comprobamos cómo Bowie narra una historia desde el más allá, y en un tono agónico. Pero «Blackstar» comienza, de hecho, con una ejecución y justo después se pone más lúgubre. Hasta el final. Aunque nadie podía saber que el final iba a resultar tan inminente.

El narrador de «Lazarus» es un fantasma que deja caer su móvil desde el cielo a la tierra: «Mirad hacia arriba, estoy en el cielo/ tengo cicatrices a la vista/ tengo drama, puede robarse/ todo el mundo me conoce ahora», comienza este tema.

«Estoy en peligro/ no tengo nada que perder/ estoy tan alto que mi cerebro da vueltas/ dejé caer mi móvil/ ¿no es como yo?». El tema acaba diciendo que «de este modo o de ninguno/ sabes que seré libre/ como ese azulejo (pájaro)/ Ahora, ¿no es igual que yo?»

Vamos al principio. Según la crítica de «Blackstar» que ha publicado la prestigiosa revista Billboard, debemos estar atentos a que la escena que presenta el tema que da título al disco nos introduce en una escena en la que «el día de la ejecución/ solo las mujeres se arrodillan y sonríen». La siguiente, «Tis a Pity She's a Whore» está plagada de imágenes de sadomasoquismo y castración.

Ahí no acaban las pistas oscuras. Hay una balada de un asesinato, «Sue (Or in a Season of Crime)» y hasta una canción amenazante escrita en Nadsat, el argot de los violentísimos jóvenes que Anthony Burguess creó para «La naranja mecánica».

El cierre del disco «Blackstar» no es distinto. La agitada canción «I Can't Give Everything Away» podría ser un tema del que uno esperaría consuelo, salvo si se escucha con atención: «Sé que algo va realmente mal/ el pulso devuelve a los hijos pródigos/ Los corazones oscuros, las noticias floridas/ con diseños de calaveras sobre mis zapatos». Para el crítico de Billboard, la muerte está esperando de puntillas detrás del cantante para asestar su golpe.

Para él, sin embargo no se puede hacer una lectura superficial de estos datos, puesto que el dolor y la violencia siempre han formado parte de la música. Inculso se especulaba hasta hace poco con la posibilidad de que la estrella negra del disco hiciera referencia a Estado Islámico.

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