¿Por qué es necesario un Ministerio de Cultura independiente de Educación? (I)

César Antonio Molina

«Porque en el mundo, por lo que se nos conoce es por nuestra cultura, la cultura refleja la identidad de un país. Porque representa también a quinientos millones de personas que hablan nuestra lengua común. Porque debemos liderar el mundo iberoamericano. Porque un secretario de Estado es visto como un consejero de una Comunidad Autónoma y un ministro como cualquier otro ministro europeo. Porque en Bruselas la autoridad de un ministro es mayor que la de un secretario de Estado. Porque un ministro tiene más peso en el Consejo de Ministros y ante el ministro de Hacienda (con el que siempre tendrá que “pelearse”) que en un ministerio compartido. Porque el Ministro de Cultura representa a más de un millón de personas que viven de nuestra industria cultural, una de las más poderosas de Europa, que aporta al PIB un tanto por ciento muy importante. Porque Cervantes, Velázquez, Goya, Falla, Picasso, Buñuel y tantos y tantos otros artistas y escritores de todas las épocas se lo merecen. Y también porque nuestro ingente patrimonio monumental está entre los tres primeros más importantes del mundo».

Luis Alberto de Cuenca

«Un país como España en el que se pone siempre en cuestión la existencia de una “cultura española” debería atender mejor el valor estratégico de esa cultura, que además engloba de manera inclusiva las demás culturas peninsulares. Por eso no está mal que la cultura tenga una silla en el Consejo de Ministros. Es cuestión de representación, sin prejuicios y con respeto a las periferias que también son parte de España que las engloba. Participan de la cultura común y por ejemplo las poesías catalana o vasca tienen más que ver con la española que con las de iberoamérica.

El centenario de Cervantes ha sido una ocasión perdida. Si hubiera habido Ministerio de Cultura, habría sido su razón de ser celebrar este centenario que no se volverá a repetir.

Por mucho que educación tenga que ver con cultura, no es lo mismo y el ministro de Educación es el de educación. Yo como secretario de Estado no tenía las armas suficientes para hacer lo que quería porque dependía de una instancia superior que estaba enfrascada en asuntos políticos. Históricamente la educación es más visible y cultura desaparece como algo residual en un ministerio compartido».

Marta Rivera de la Cruz

«Lo primero que quiero señalar es que resulta preocupante la gran desafección en la sociedad hacia el sector cultural. Se han dinamitado los puentes y hay que reconstruirlos. Hemos conseguido entre todos por desgracia que las personas no se sientan vinculadas a los agentes y empresas culturales. Un Ministerio de Cultura es clave para eso. Después, también hay que pedir que la Cultura tenga un sillón en el Consejo de Ministros por muchas razones. Cuando el ministro lo es de Educación y Cultura la educación tiene un carácter más político y siempre se pone por delante y la Cultura queda relegada. El papel de España ante el mundo pierde peso cultural si en lugar de un ministro hay un secretario de Estado. Creo que deben ser ministerios muy conectados, porque el gran trampolín de la cultura debe ser la escuela. Hay que inventar una fórmula para que tengan pasarelas de colaboración permanente, pero tiene que haber dos ministerios. Espero que en el próximo gobierno la apuesta vaya por ahí.

Estamos cediendo terreno en beneficio de otros países. La gran puerta de entrada del cine iberoamericano en Europa es Francia, Ventana sur, cuando eso lo debería de liderar España. Y nuestra joya, el Instituto Cervantes, está perdiendo alumnos en el que momento en que suben los alumnos de español. En nuestro acuerdo con el PP planteamos crear centros del Cervantes en todos los países latinoamericanos. el Cervantes tiene que aspirar a ser el referente de la enseñanza del español en el mundo. Hay que consolidar su presencia en Iberoamérica.

Si algo deberíamos dejar fuera del rifirrafe político es la cultura. No tiene por qué tener adscripción política. De igual forma que un lector disfruta de una novela sin preguntarse a quién vota el autor, un político no debe preguntar a un autor o un agente cultural por sus preferencias políticas. Creo que esto tiene que tener dos caras, tenemos que dejarnos tanto la cultura de hacer política y la política de meter sus manos en la cultura. Yo no pregunto a los agentes lo que votan o si van a apoyarme cuando me intereso por un problema de la cultura.

España tiene que marcarse varios objetivos. La lucha contra la piratería es uno, porque tenemos un agujero terrible en comparación con los países de nuestro entorno. Y consolidar el español, somos el país en el que nace un idioma que hablan 500 millones de personas. Si fuera el francés en París lo estarían aprovechando mucho mejor que nosotros. Tenemos falta de ambición, una humildad mal entendida, cuya prueba ha sido el Año Cervantes, una gran oportunidad desaprovechada».

Javier Gomá

«No tengo la experiencia de quienes han sido gestores en la política cultural. Yo diferencio cuatro clases de cultura: la primera, la de las tradiciones, los valores, la gastronomía etc. La segunda, la cultura que generan los autores, normalmente minoritaria y a la que dedico mis esfuerzos como autor. La tercera es la industria cultural y la cuarta la política cultural.

La segunda cultura es la que hace grande a un país. Yo no creo que esa cultura que hacemos los escritores esté muy afectada por la política y desde ese punto de vista puede dar igual que haya un ministerio o no, pero lo cierto es que por la representación que otorga el ministro sí puedo estar de acuerdo con la existencia de un ministerio competente. La política y la cultura no se sincronizan siempre. En la Primera Guerra Mundial no había política cultural y se crearon las más grandes obras de la época. Y tampoco creo que debamos caer en una gran negatividad porque la oferta cultural en nuestras ciudades es asombrosa, inasumible».

Miguel Zugaza

«No creo que sea tan trascendente dónde se sitúa la cultura en el Consejo de Ministros. Es más importante saber con qué presupuestos cuenta. Italia en plena crisis está incrementando el presupuesto de cultura. Ese es un buen ejemplo»

Gregorio Marañón

«La realidad ha demostrado que la cultura necesita un ministerio propio que la defienda y promueva por su riqueza y valor identitario, aunque el ministro actual ha sido extraordinario»

Morante de la Puebla

«El ministerio debería de ser de Arte y Cultura como en Estados Unidos, ya que el arte y la cultura son lo suficientemente importantes como para tener ministerio propio».

Jorge Herralde

«Ante la total ausencia de apoyo oficial a la cultura, al revés que en otros países civilizados, la creación de un Ministerio de Cultura podría servir para paliar estas carencias. Un Ministerio de Cultura auténtico, no el fantasmal que hemos padecido con el gobierno de Rajoy».

Enrique Cerezo

«No importa tanto que haya un Ministerio de Cultura único e independiente, sino el que lo lleve. Necesitamos una persona que sepa de qué va esto porque lo cierto es que hasta ahora no ha existido. El trato a la Cultura por parte de esta legislatura ha sido nefasto, un desastre. Lo que es verdaderamente importante es que al frente del Ministerio, sea simple o conjunto, haya una persona competente. No nos fijemos en los organismos sino en las personas y su valía».

Antonio Resines

«Por supuesto que un Ministerio de Cultura único pero, además de eso, lo que necesitamos de verdad es un pacto de Estado para la cultura porque en realidad la cultura es una cuestión de Estado. Y hay que distinguir porque, por ejemplo, el cine es cultura y el fútbol es espectáculo. Ya sé que un pacto de Estado sobre esto no es fácil, pero es totalmente necesario».