Michel L'Hour: «La venta del tesoro del San José es un crimen, no es arqueología»

El arqueólogo francés confirma que Colombia invitó a Francia a participar, mientras hizo todo lo posible por apartar a España

Vídeo: Colombia encuentra el galeón San José
Jesús García Calero

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El presidente colombiano Juan Manuel Santos buscó la Marca Francia para el San José, y evita que España pueda participar . El conflicto del galeón no tiene que ver con la arqueología, porque la base es política, según confirman a ABC fuentes diplomáticas. Santos cambió la ley en Colombia para poder vender la carga del galeón. Impuso el secreto de Estado durante años, sin transparencia ninguna , y su Gobierno ha maniobrado para apartar a España de la única solución lógica entre dos Estados amigos: que el estudio de la historia común se haga en común y con protagonismo de las dos naciones . En lugar de eso promovió un discurso nacionalista y alerto de que «España quería llevarse el oro», lo cual es falso.

Santos ha buscado socios en Gran bretaña -nación que hundió el barco mientras tratanba de asaltar el tesoro en 1708-, Estados Unidos y especialmente durante 2017 en Fra ncia , desde donde se le presentó al equipo del presidente colombiano un proyecto alternativo diez veces más barato que el que le han vendido sus socios actuales . Pero Colombia lo rechazó porque ese proyecto, realizado con los mejore arqueólogos de Francia, no permitía vender la carga, verdadero fin que persigue el proyecto actual, según confirman a ABC arqueólogos españoles y franceses.

Este es un punto clave: el proyecto de Santos nació inspirado por cazatesoros (Bob Marx, Burt Webber...). Pero ante la dura reacción académica mundial tras el hallazgo (el 11 de diciembre de 2015 los mejores científicos del mundo clamaban contra la explotación comercial del galeón en ABC ) trató de reconvertirlo. Prometió entonces la contratación de un «dream team» internacional de expertos, y sumó mucha tecnología, pero tampoco el casting le ha salido muy bien, a la vista de los resultados . Según ha podido saber ABC de fuentes internacionales, Santos quiso aprovechar el año dual franco-colombiano para invitar oficialmente a la arqueología francesa a sumarse a la excavación del San José. Hubo contactos políticos y diplomáticos.

Poco después del verano, bajo su encargo, Herman Moro contactó con el arqueólogo francés Michel L’Hour para estudiar la posible colaboración. Moro y L´Hour intercambiaron algunos mensajes. Y el francés, con gran experiencia en arqueología de alta profundidad, y miembro del Consejo Consultivo de la Unesco, advirtió a Moro que nunca se sumarían a un proyecto que vendiera una sola pieza del galeón . Aún así, la Fundación La Mer con el paraguas de la Unesco, trató de organizar una excavación sin venta de objetos. ¿Conocía España, que financia la Secretaría de la Convención Unesco de Patrimonio subacuático estos acuerdos? Ninguna fuente lo confirma.

L'Hour: «Es un crimen»

El arqueólogo francés ha revelado a ABC los detalles de aquella negociación y afirma que los planes de Colombia «son un crimen, no pueden llamarse arqueología, todo ese patrimonio debe estar en un museo ». L'Hour también respalda la noticia de que su proyecto era mucho menos costoso y habla de emplear arqueólogos públicos y la Fundación La Mer «para una intervención de 10.000 dólares diarios, frente a los 100.000 que ellos manejaban».

Lograr que Colombia hubiera accedido habría salvado de la venta el galeón, y habría sido un importante escaparate internacional para la arqueología francesa . Pero no habíra ayudado a que España tomara parte o asumiese el papel que, como país de origen del buque, merece y le corresponde.

El contacto con Moro se cortó en sep tiembre. Siguió en todo caso el interés de Francia por presentar un proyecto alternativo y se pusieron en contacto con el embajador colombiano en París y, poco después, con el director del ICAHN, Ernesto Montenegro , quien está al cargo de la arqueología colombiana.

Montenegro viajó a la capital del Sena en noviembre y conoció con detalle el proyecto de la Fundación La Mer, pero según cuentan no se pudo encontrar con L'Hour puesto que se encontraba en México. Sí se sabe que no mostró interés, «no hizo ni una sola pregunta» . Ni siquiera respondió a dos emails de L’Hour, el último del 5 de diciembre.

¿Y España, no tiene aliados en esta operación, no cultiva amigos? Desde 2013 se sabe que la ley colombiana había cambiado para vender el galeón San José . Desde 2015 se sabe que el galeón está localizado y en riesgo de venta. España ha demostrado en los últimos años capacidad y tecnología para excavar a gran profundidad, tras la extracción de dos culebrinas de la fragata Mercedes , pero no se enteró de que el «dream team» colombiano se contrataba en un hotel de Madrid.

La respuesta de Colombia

En 2015 se pidió desde el Ministerio de Exteriores a Colombia participar oficialmente y cooperar para el proyecto. Los ministros trataron de rebajar la tensión . Pero no hubo avance concreto ninguno. Y en julio de 2017, tras la presentación pública de Santos relativa al proyecto, se volvió a insistir por escrito en la voluntad de colaborar y financiar un proyecto conjunto sin venta de objetos del galeón. La respuesta de Colombia esta vez no fue el silencio, fue una frase antológica: «Los asuntos del pecio deben sujetarse a las características históricas y a las características materiales del caso particular» .

En la actualidad el Gobierno español estudia si adoptar medid as después de la publicación del contrato colombiano que pone el 80% del galeón en disponibilidad para la venta . Pero en España no hay todavía una reacción a la altura del patrimonio que tenemos y desconocemos. Aunque legalmente es muy complejo el conflicto porque Colombia aplica leyes «ad hoc» y ha ocultado la identidad de la empresa durante años, generando gran incertiumbre jurídica y sombras sobre la financiación y los contactos con cazatesoros , nuestro país no puede limitarse a esperar a que se cometa el expolio. En lo que ocurra con el San José , España se juega el futuro de los galeones hundidos .

No es el oro lo más importante sino las claves para entender la historia que guardan los buques naufragados que guardan los restos de una sociedad mestiza y compleja que debemos conocer mejor. Son restos de la primera globalización, protagonizada por los buques de la Corona Hispánica.

Sabiendo lo que sabía desde 2013 España debería haber puesto en marcha un proyecto alternativo de cooperación científica e innovación tecnológica asociado a los galeones. Por ejempolo con el galeón Nuestra Señora del Juncal, hundido en Campeche en 1631 , que México desea realizar conjuntamente con arqueólogos españoles. Pero no hemos sabido agilizarlo, ni darle la importancia que merece, a la vista de que aún estamos estudiando cuándo se podrá hacer la primera campaña. Y así Colombia nos achaca «las características materiales del caso particular» .

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