Cueva de la isla de Okinawa donde ha sido encontrado un anzuelo de hace 23.000 años
Cueva de la isla de Okinawa donde ha sido encontrado un anzuelo de hace 23.000 años - EFE

Encuentran en Japón un anzuelo de hace 23.000 años, el más antiguo del mundo

Este descubrimiento abre nuevas vías en el estudio del Paleolítico, ya que se pensaba que el hombre se limitaba a cazar en tierra

TOKIO Actualizado: Guardar
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Un anzuelo de hace 23.000 años, considerado el más antiguo del mundo, ha sido descubierto en una cueva en la isla de Okinawa, en el sudoeste del archipiélago japonés, confirmó hoy un portavoz del museo al cargo de la investigación.

El anzuelo de 1,4 centímetros de longitud y con forma de media luna está hecho con conchas de caracol de mar, y supone un raro descubrimiento sobre las técnicas de pesca del Paleolítico o la Edad de Piedra, de acuerdo con la información que maneja el Museo Prefectural y Museo de Arte de Okinawa.

La herramienta fue descubierta en 2012 durante una excavación en la Cueva de Sakitari en Nanjo, en la prefectura de Okinawa.

Los investigadores determinaron la edad del anzuelo mediante la datación por radiocarbono (un método de datación radiométrica que utiliza el isótopo carbono-14 para determinar la edad de materiales que contienen carbono hasta unos 50.000 años) del carbón vegetal del estrato en el que se encontró el instrumento.

«Es un valioso material que ilustra un nuevo aspecto del período Paleolítico, durante el que habíamos pensado que la gente cazaba principalmente en tierra», explicaron fuentes del museo a Kyodo.

Hasta ahora el que se consideraba el anzuelo más antiguo del mundo había sido el descubierto por un grupo de arqueólogos australianos en Timor Oriental, sin embargo, la antigüedad de éste, hecho también de concha, es de entre 16.000 años y 23.000 años.

Los investigadores japoneses también han encontrado un anzuelo sin terminar con entre 13.000 y 23.000 años, así como fragmentos de gravilla que creen que se utilizó para afilarlo.

Junto a estos restos se encontraron una gran cantidad de espinas, conchas de crustáceos y de cangrejos, aparentemente desperdicios de comida, detalló la agencia. Asimismo, se han excavados los huesos de un niño que se estima que vivió hace unos 30.000 años.

El hallazgo del equipo liderado por Masaki Fujita, quien también es comisario en el museo okinawense, fue difundido en un artículo publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) el pasado 16 de septiembre.

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