Calvo Serraller: «Un país con una mala enseñanza media es un país perdido»

El catedrático de Historia del Arte de las Universidad Complutense Francisco Calvo Serraller ha alertado de las «graves» consecuencias de la desaparición de las humanidades en la educación preuniversitaria en España, porque «un país con una mala enseñanza media es un país perdido».

Así lo ha señalado en una entrevista con Efe, con motivo de su intervención en Pamplona en un ciclo de conferencias sobre el Museo del Prado, del que fue director entre 1993 y 1994, que estrenará el 19 de octubre en la Universidad de Navarra (UN), convencido de que es «absolutamente imprescindible» abrir la pinacoteca nacional al ámbito académico.

Sobre el escenario educativo español, tras reconocer el interés que por la Historia del Arte revelan la mayoría de las universidades y muchísimos estudiantes, constata que son «muchas generaciones acumuladas» con estudios superiores en esta disciplina, lo que «evidentemente se traslada a la sensibilidad social» en España.

Sin embargo, considera que «queda mucho camino por recorrer» en esta materia de generalización social, y apunta expresamente a las deficiencias existentes al respecto en una etapa educativa que considera esencial, la enseñanza media, «mucho más importante que la universitaria, aunque no nos demos cuenta en este país».

«Me parece gravísimo que estén desapareciendo las humanidades en lo que es la enseñanza vertebral y es de una importancia esencial para la supervivencia de un país», cuando, por el contrario, asegura Calvo Serraller que «la enseñanza universitaria no afecta nada o muy poco en la vida de un país».

«Desgraciadamente tenemos una universidad hipertrofiada, con una de las poblaciones universitarias más grandes del mundo comparativamente, lo cual es una anormalidad», mientras que la enseñanza media «sufre una crisis terrible, y eso lo vamos a pagar».

Unos años más de Zugaza en el Prado

Por otro lado, en cuanto a su papel como experto en arte y en el Museo del Prado, valora la actualidad de la pinacoteca estatal, una circunstancia que personalmente vive «con entusiasmo» porque contrasta con la «época de penuria» que le tocó vivir, en la que «por más que llevases ilusión en un cargo tan honroso, contrastaba la importancia de lo que tenías que gestionar con las carencias de todo tipo que vivía el museo».

«Esto ha dado un giro espectacular en los últimos años», reconoce, porque se ha tenido la «suerte" de encontrar «un director ideal», Miguel Zugaza, quien «ha batido un récord» con 12 años ya al frente del Museo del Prado ya que, hasta su llegada, «por las circunstancias tan difíciles, generalmente los directores volaban casi como las hojas del otoño».

Por ello, considera que «sería bueno» que Zugaza «aguantase algunos años más, porque verdaderamente la labor que ha realizado es espectacular, fantástica», con la que el Prado «está viviendo una época dorada».