La báscula puede convertirise en una de nuestras peores pesadillas
La báscula puede convertirise en una de nuestras peores pesadillas - ABC

Los tres errores principales a la hora de hacer dieta

Han finalizado nuestras vacaciones y la inevitable prueba de la báscula es una de nuestras peores pesadillas

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nos hemos vuelto a pesar y con una fingida sorpresa nos encontramos que nuestro peso ha veraneado por su cuenta; nos hemos topado de sopetón con esos malditos 2,3, 4,5 kg, de más que se han alojado por debajo de nuestra epidermis amenazando con quedarse a residir con nosotros ahí para siempre. Y es en este momento cuando nos aparece una vaga sensación de Deja vu, que nos retrotrae a los días de septiembre de pasados años. En vacaciones siempre engordamos y después siempre hemos de ponernos a dieta.

Pero ¿Por qué nos tropezamos temporada tras temporada en esa dinámica de adelgazar y engordar? ¿Por qué no somos capaces, de una vez por todas, de lograr nuestro objetivo de pérdida de peso, y de mantenerlo? Según expone el doctor Jose Luis Sambeat Vicien en su nuevo libro «Coaching nutricional para tener éxito en tu dieta» la respuesta es muy sencilla; no conseguimos nuestro objetivo porque siempre cometemos los mismos errores.

El citado médico nos desvela en su obra que las personas que tienen tendencia a engordar -entre las que se incluye él- y que deciden luchar contra ello, caen vez tras vez en una serie de fallos repetidos que boicotean el éxito en esa meta.

El doctor Sambeat nos ha desvelado cuáles son con mayor probabilidad las tres primeras equivocaciones que vamos a cometer al iniciar ahora nuestro plan de adelgazamiento; y que nos instruya también en lo que debemos hacer para, esta vez ya para siempre, eliminarlas de nuestras pautas de alimentación.

1. Elegir una dieta express

Elegir apresuradamente un plan de adelgazamiento que provoque la desaparición de esa grasa lo más rápidamente posible. Esa desesperación, induce a que en la mayoría de las ocasiones elijamos nuestra futura dieta más con el corazón que con la cabeza. Nuestra prioridad en ese momento es perder peso lo más aceleradamente posible, sin reparar en que esa premura pueda desequilibrar nuestro metabolismo y hacer que lo que perdamos rápido y "fácil" vuelva en poco tiempo a nuestro cuerpo incluso aumentado. Es el tan temido efecto yo-yo. Debemos tomarnos nuestro tiempo en buscar, analizar, sopesar y seleccionar cuál es el mejor método de adelgazamiento para que ese problema que nos visita año tras año, deje por fin de ser recurrente. En su libro «Coaching nutricional para tener éxito en tu dieta» el doctor nos da unas pistas para que tengamos más argumentos sólidos a la hora de seleccionar nuestra futura alimentación.

2. Decir «el lunes comienzo»

El segundo error hace referencia al momento en que decidimos comenzar con nuestro plan. ¿A alguien le suena la frase «el lunes comienzo mi dieta»? Bien, pues el lunes es el peor día de la semana para comenzar un plan de pérdida de peso. José Luis Sambeat nos explica en su libro que cuando uno empieza un cambio en sus hábitos, en este caso de nutrición, su fuerza de voluntad en el inicio está en el nivel máximo, al 100 %, pero conforme transcurren las jornadas esa determinación va progresivamente disminuyendo. El momento más peligroso de una dieta suele aparecer el fin de semana, el viernes o el sábado; si hemos comenzado con nuestra lucha contra los kilos el lunes pasado, hace cinco días, hoy viernes nos enfrentaremos con nuestras primeras tentaciones con una dosis de determinación menor que la que teníamos el lunes, por lo que será más difícil rechazar esa cerveza, o esas patatas bravas, que nos están ofreciendo. Solución, comienza tu dieta un viernes. Ese día y los dos siguientes tu capacidad de rechazar, sin esfuerzo, los peligros en forma de comida apetecible estará más elevada, y si consigues superar con éxito ese primer fin de semana, tu autoestima y motivación habrán recibido una inyección de moral muy positiva.

3. Pregonar que estás a dieta

Y en orden de aparición, el tercer fallo, muy común, que se perpetra es el de pregonar a todo el mundo que nos hemos puesto a dieta. ¡No hay que decírselo a nadie! O a casi nadie. ¿A quiénes de vosotras os suenan las frases: «Si total, por un día que te la saltes no pasa nada» o «Pero tampoco estás tan gorda, no entiendo porque te pones a dieta» o "¡Qué pena que estés a dieta, con lo buenísima que está esta tarta de chocolate! Total un trocito tampoco tiene tantas calorías"? Éstos y otros muchos ataques a nuestra voluntad se repiten constantemente por parte de las personas de nuestro entorno que, pensando que nos hacen un favor porque les da pena que estemos a dieta, pretenden aliviar nuestra carga de sufrimiento intentando conseguir que, aunque sólo sea por un instante «disfrutemos de la vida». Generalmente lo hacen sin mala intención, pero no se dan cuenta de que esto representa un torpedo a la línea de flotación de nuestra delicada fuerza de voluntad. Además en la mayoría de los casos resultan especialmente insistentes y no cejan en su empeño hasta conseguir el objetivo de que nos tomemos esa maldita cerveza. Por ello, según explica el doctor Sambeat en su libro «Coaching nutricional para tener éxito en tu dieta» no debemos anunciar nunca que estamos en proceso de pérdida de peso; es mejor explicar que no vamos a comer ni la tarta de chocolate, ni el bocadillo de calamares, ni las patatas bravas, ni la cerveza, porque tenemos un pequeño desajuste de salud en nuestro aparato digestivo y nuestro médico nos ha recomendado estar durante un par de meses cuidando nuestra alimentación para evitar tener que sufrir una operación quirúrgica. Esto es una pequeña mentira, pero en la guerra todo vale para conseguir la victoria.

Éstos tres errores y algunos otros los va analizando en su libro, de una forma más extensa de lo que hemos hecho en este artículo, el doctor Sambeat, y va ofreciendo soluciones para erradicarlos de una vez por todas. Pero esta publicación no sólo trata de las equivocaciones que cometemos; también es un cuaderno de ejercicios, altamente efectivos, que nos servirán para incrementar nuestra motivación a la hora de afrontar cualquier plan de adelgazamiento, incrementando enormemente las posibilidades de que lo concluyamos con éxito y venzamos definitivamente esa tendencia que tendemos a sufrir todos los «post-veranos» cada vez que nos subimos a una báscula.

Ver los comentarios