Figuras de belen del catalogo de la tienda el Ángel. En la imagen un misterio de Jose Luis Mayo
Figuras de belen del catalogo de la tienda el Ángel. En la imagen un misterio de Jose Luis Mayo - MAYA BALANYA
ABC con los belenes

Las piezas de «los salzillos» de hoy

Tres reconocidos escultores personifican tres estilos diferentes de figuras de belén

MADRID Actualizado: Guardar
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Entre 1776 y 1783, Francisco Salzillo realizó para el noble murciano Jesualdo Riquelme el que muchos consideran como el más bello belén nacido nunca en España. Aquellas más de 900 magníficas figuras, que hoy se conservan en el Museo Salzillo de Murcia, así como los belenes modelados por La Roldana o Eugenio Torices, forman parte de una larga tradición belenística a la que se suman en la actualidad un buen número de imagineros repartidos por todo el país.

Nombres como el toledano afincado en Madrid José Luis Mayo Lebrija, el murciano Manuel Nicolás Almansa o la catalana Montserrat Ribes cuentan con gran reconocimiento entre los belenistas. Son tres ejemplos de diferentes estilos de figuras: desde la fidelidad histórica a lo que pudo ser Belén en la época, al retrato del campo español o la ternura atemporal del nacimiento del Niño.

Les inspira pensar en la cara de ilusión de los niños, en los sentimientos que despertarán sus piezas o en que su obra pasará a formar parte del legado de una familia. Lo suyo es una vocación. «Ahora mismo la figura de belén es el producto calidad-precio más barato que hay», asegura Nicolás Almansa. La más simple de las figuras, dice, cuesta dos horas de trabajo. Sin embargo, responden con humildad cuando se les compara con grandes maestros. «Los “Salzillos" de hoy serán reconocidos mañana. De momento, Salzillo y Roldana solo ha habido uno», afirma Ribes.

Manuel Nicolás Almansa

Quienes contemplan un belén de Manuel Nicolás Almansa (San Ginés, Murcia, 1932) aprecian la calidad, los detalles y la expresión de sus figuras, pero pocos saben que ese pastor que acarrea la leña es «el bombo», un anciano medio ciego al que el escultor murciano hacía de lazarillo cuando era niño. O que la lavandera es Brígida, una joven que acompañaba a su hermana cuando iba a lavar al río Segura. «Son personajes de mi infancia», recuerda con cariño el escultor de 84 años, que con apenas 6 modeló su primer nacimiento. «Modelar era mi vocación y a ella he dedicado mi vida», señala volviendo la vista atrás, hasta aquella copia del belén de Salzillo que realizó su hermano José, al taller que montaron juntos cuando tenía 18 años, a las dificultades económicas que atravesaron, la marcha de su hermano a América y los años que él siguió solo, trabajando «desde las ocho de la mañana hasta las tres de la madrugada» durante cuatro años...

Misterio de Manuel Nicolás Almansa
Misterio de Manuel Nicolás Almansa - M. Balanya

«Me inspira pensar cómo contar la misma historia de diferentes maneras. Las personas que vivieron en Belén en aquella época tenían los mismos sueños y problemas que podemos tener ahora nosotros», señala. Para ella, «las figuras de belén pueden reflejar muchos sentimientos» y es precisamente la manera de expresar estos sentimientos, junto con la técnica, lo que distingue a un creador de otro.

En su opinión, «si las figuras son de una cierta calidad, deben formar parte del patrimonio de una familia».

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