Los gestos de los gatos no influyen en la posibilidad de que sean adoptados, tal como ocurre con los perros
Los gestos de los gatos no influyen en la posibilidad de que sean adoptados, tal como ocurre con los perros - ARCHIVO

Los trucos con los que los gatos conquistan a sus amos

Los gatos que juguetean resultan más atractivos y son adoptados más fácilmente

MADRID Actualizado: Guardar
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Aunque a veces resulten un poco huraños, los gatos también pueden ser adorables. Por ejemplo, no es raro que cuando quieren pedir comida o un poco de atención, recurran a caricias, maullidos y a sus caras más tiernas. Resulta difícil resistirse. Al igual que pasa con bebés y otros animales, los rasgos pedomórficos (típicos de niños y crías) despiertan la ternura en los corazones más fríos: en los gatos, los ojos bien abiertos, con las pupilas dilatadas, y las orejas echadas hacia atrás, suelen hacer el trabajo.

Un estudio publicado recientemente en « Applied Animal Behaviour Science» ha comprobado que no siempre les sirve de mucho, tal como ha informado Sciencemag.org. Han concluido que las expresiones faciales no les ayudan a ser adoptados en los refugios.

En lugar de eso, el truco que les hace conquistar a sus futuros amos es frotarse con juguetes o con muebles al modo de tiernas criaturas. Hacerlo aumenta en un 30 por ciento su probabilidad de conseguir nuevos amos.

En 2013 científicos de la Universidad de Lincoln, (Reino Unido), y de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) comprobaron que los perros que levantaban más las cejas, y que por eso tenían una cara más entrañable, disfrutaban de una mayor probabilidad de ser adoptados, tal como publicaron en PLOS ONE. El motivo es que este sencillo gesto hacía parecer más amistosos y tiernos incluso a los perros más viejos y duros.

Estos mismos investigadores se preguntaron si ocurre lo mismo con los gatos. Para averiguarlo, diseñaron un modelo informático para reproducir los posibles gestos de estos animales en función de su anatomía y musculatura, siguiendo las mismas premisas que antes ya se han empleado en humanos, chimpancés, macacos, orangutanes, gibones y perros. Gracias a eso, detectaron 15 movimientos de cara, siete de orejas y otros seis que implican la boca, la lengua, las cejas o la pupila. Después observaron los gestos hechos por 106 gatos de refugios de Gran Bretaña y averiguaron cuáles eran los más frecuentes.

Juegos en vez de gestos

Después de recopilar esa información, averiguaron que los gatos no eran adoptados más rápidamente gracias a sus expresiones faciales. Sin embargo, aquellos que jugaban con sus juguetes o con los muebles durante las visitas de los potenciales cuidadores, tenían una probabilidad un 30 por ciento mayor de ser adoptados.

¿Qué implicaciones tiene esto? Según estos científicos que, al contrario que ocurre con los perros, los gatos no han experimentado una presión evolutiva tan fuerte sobre sus gestos a lo largo del proceso de la domesticación. Es decir, que a lo largo de milenios los humanos no le han dado tanta relevancia a las caras de los gatos como se la han dado a las caras de los perros. La posible causa puede ser que este proceso de domesticación lleva menos tiempo en marcha entre los felinos que entre los perros.

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