«Queremos que los electrones viajen tres veces más rápido que con el silicio»

Jesús del Álamo forma parte por derecho propio de la élite de investigadores españoles, que se han situado en algunos los centros de investigación más prestigiosos del mundo en Estados Unidos, como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés) al que se incorporó en 1988 y donde dirige desde 2013 el Laboratorio de Tecnología de Microsistemas como «Donner profesor». Álamo lidera en esta institución un programa de investigación para impedir el final de la denominada «Ley de Moore», que establece la duplicación del número de transistores en un microprocesador cada dos años. Algo que se cuestiona en la actualidad, por la posibilidad de que la producción de las nuevas tecnologías sea más caro que sus antecesoras.

Para «empujar más allá esta ley», Del Álamo, busca obtener transistores basados en semiconductores compuestos por nuevos materiales como el germanio o el arseniuro de galio e indio, que permitan la fabricación de aparatos electrónicos de menor tamaño y mayor velocidad.

Con motivo del doctorado «honoris causa» que le ha concedido este semana la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ABC ha conversado con este investigador:

¿En qué consiste su trabajo en el «Laboratorio de Tecnología de Microsistemas» del MIT? ¿Cuáles son las líneas de investigación que están siguiendo en la actualidad?

Por una parte soy director del Laboratorio de Tecnologías de Microsistemas y responsable de unas instalaciones complejas, de los medios físicos que usan unos 500 investigadores en nanotecnología, y de que los equipos tecnológicos este en perfecto estado para que los estudiantes puedan fabricar sus prototipos y sacar sus tesis doctorales. Esa es la parte más burocrática de mi trabajo.

También tengo mi propio grupo de investigación con el que queremos empujar más allá la Ley de Moore, que se va acabar, para hallar la manera en que los electrones viajen tres veces más rápidos que con el silicio; a través de materiales nuevos como el arseniuro de galio e indio en transistores que funcionan con un voltaje más bajo en silicio: Se trataría de un chip microscópico, que combina e integra tecnologías de varias estructuras, con el que pretendemos llevar a la Ley de Moore más allá del silicio.

¿En cuánto tiempo podremos tener en nuestras manos dispositivos con estos nuevos materiales?

Ya hay transistores de este tipo en aquellos que se usan para la telefonía móvil y portátiles, en receptores de GPS y otros. Muchos de estos aparatos se basan en una tecnología que ya nos resulta familiar. Lo que nosotros pretendemos es usarlo como interruptores de un tamaño muy pequeño en microchips, un campo dominado por el silicio.

Si las cosas salen bien, esta nueva tecnología podría estar lista para su fabricación en seis u ocho años. Estoy seguro que será una tecnología clave.

¿Cómo es valorado el investigador español en Estados Unidos dentro de su experiencia?

Hay muchos investigadores españoles en Estados Unidos y, por supuesto, que su trabajo se respeta: En aquel país se valora mucho la calidad y muchos españoles la dan.

¿Qué significa para usted regresar a la UPM para recibir un doctorado honoris causa?

Es algo muy especial. Soy ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), luego fui a hacer investigación a Estados Unidos, y me hace mucha ilusión que después de muchos años no se hayan olvidado de uno.

¿Ha cambiado mucho la Universidad española desde que recaló en el MIT?

Lo veo desde mucha distancia, pero el cambio esta siendo gradual desde que me fui a Estados Unidos en el año 1981.

¿Cómo ve la situación de la investigación en España?

En mi campo de los dispositivos semiconductores nanométricos hay poca investigación en España, este tipo de proyectos son muy caros. Sin embargo, hay grupos de trabajo españoles centrados en otros temas de la electrónica que están haciendo un labor de la que hay que sentirse orgulloso, y que están vendiendo calidad.

¿Cómo cree que pueden ayudar un perfil como el suyo a una universidad como la Politécnica?

Intentando construir relaciones estructurales. Por ejemplo, ya tenemos un programa por el que estudiantes brillantes puedan pasar estancias veraniegas en grupos de investigación, con el objetivo de que se puedan involucrar en la investigación de alto nivel y puedan animarse a seguir adelante y trabajar con mejores medios.

Además, la pasada primavera, profesores de la Universidad Complutense y la Politécnica viajaron al MIT a una jornada para hablar de nanotecnologia, una ocasión para conocernos, saber lo que cada uno investigaba y establecer futuras colaboraciones. Hay muchas posibilidades de mejorar el talento en las universidades, ya que el calibre de la educación en España es muy alto.

El doctorado honoris causa también reconoce el proyecto de laboratorios online, «iLab», ¿cómo fue la experiencia?

«iLab» lo concluimos a principios de este año. Tras 17 años es difícil seguir con un proyecto científico. Efectivamente se trataba de una iniciativa de educación remota, permitiendo el acceso a laboratorios avanzados, para ello creamos un software que hiciera factible esto.

Luego ayudamos a muchos centros universitarios de países en desarrollo a montar sus propios laboratorios, ya que lo que hicimos en el MIT fue generar una infraestructura que ahora continúa y que se está construyendo en todo el mundo. Lo que es una gran satisfacción.

¿Qué consejo le daría a un ingeniero de telecomunicaciones recién licenciado?

Depende de cuáles sean sus intereses, lo que le recomendaría es que mientras estudiasen se involucrara en temas de investigación. En mi caso tengo que agradecer al profesor Antonio Luque de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación que, en tercero de carrera, me permitiera participar en proyectos de investigación en su laboratorio.

Ante todo estudiar, involucrarse en proyectos de investigación ya que así tendrán más posibilidades. También durante los veranos, e igualmente viajar al extranjero ya que es una experiencia que te ofrece variadas posibilidades. Las titulaciones españolas están bien consideradas, pero también les plantearía a los recién titulados que siguieran estudiando un máster o un doctorado después de acabar la carrera.