Embrión en un estadío precoz
Embrión en un estadío precoz

Primer paso para crear embriones humanos resistentes al virus del sida

Científicos chinos introducen, con éxito limitado, una modificación genética que protege del VIH

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La ciencia ya ha conseguido semillas resistentes a plagas y en un futuro, quizá no muy lejano, se podrán modificar seres humanos para que resistan a las enfermedades que más nos amenazan. El primer paso decidido en este sentido lo han dado científicos chinos de la Universidad de Guangzhou al anunciar la creación de los primeros embriones humanos resistentes al VIH, el virus del sida.

Para conseguirlo, los investigadores han recurrido a una polémica técnica que permite manipular el genoma a voluntad. Se llama edición genética o CRISPR-Cas9 y con ella se pueden borrar, añadir o cambiar genes, como si fuera un sencillo «corta-pega». En este caso, los investigadores chinos han añadido una mutación genética que portan algunas personas afortunadas y les protege de forma natural contra el VIH.

Esta mutación tan beneficiosa ( llamada CCR5 Delta 32) impide que el virus del sida penetre en los glóbulos blancos, las células inmunes.

Solo cuatro de 26

En el experimento contaron con 213 embriones sobrantes de tratamientos de fecundación «in vitro» que no eran viables. Es decir, nunca hubieran progresado aunque se hubieran implantado en el útero de una mujer. El «corta-pega genético para introducir la modificación genética solo tuvo un éxito limitado en cuatro de los 26 embriones tratados, según detallan en «Journal of Assisted Reproduction and Genetics». No lograron que todos los cromosomas albergaran la mutación protectora y tres días después los embriones fueron destruidos.

La Universidad de Guangzhou no es la primera en lanzarse a la manipulación experimental de embriones humanos. Un centro chino fue pionero en abril del año pasado y presentó en una revista de escaso impacto sus intentos para modificar en óvulos fecundados un gen cuya mutación es responsable de la beta-talasemia, una grave enfermedad de la sangre. Este grupo tampoco tuvo el éxito esperado.

Ambos trabajos impulsan un debate encendido en torno a la seguridad y límites éticos de la edición genética. Los dos estudios muestran que es posible manipular la vida humana, pero también que aún existen numerosas barreras técnicas y éticas. La edición genética toca temas demasiado sensibles. No solo abre la puerta a corregir enfermedades desde la concepción sino también a la creación de «bebés a la carta». Y cualquier cambio genético que se haga modificará a todos los descendientes de una persona, de ahí la necesidad de que la técnica sea lo suficientemente precisa.

Los dos grupos chinos han sido los primeros en atreverse a experimentar con embriones humanos y células germinales. Aunque hay rumores de que podría haber otros equipos realizando experimentos similares.

China, Reino Unido, Estados Unidos...

Además de China, el Reino Unido cuenta desde febrero con autorización para manipular embriones. El objetivo del Francis Crick Institute de Londres no es corregir ninguna enfermedad, sino averiguar los genes que necesita un embrión humano para convertirse en un bebé saludable. Esta comprensión ayudará a mejorar el éxito de los tratamiento de reproducción asistida.

La autorización llega con la condición de que el centro de investigación de Londres utilice embriones con fines de investigación y nunca llegue a implantarlos en mujeres.

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