Una mamá orangután y su cría de 11 meses
Una mamá orangután y su cría de 11 meses - Tim Laman

Lactancia materna hasta los ocho años

Los orangutanes ostentan el récord de tiempo que dan de mamar a sus crías entre los primates no humanos. La práctica aumenta durante los períodos de escasez de frutos

MADRID Actualizado: Guardar
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Todo el mundo conoce los beneficios de la lactancia materna, pero parece que los orangutanes son unos acérrimos seguidores de esta práctica. Las madres dan de mamar a sus crías hasta los ocho años, un récord entre los primates no humanos. El hallazgo puede dar claves para la conservación de estos animales en peligro de extinción, como los ejemplares que viven en Sumatra y Borneo, arbóreos y discretos, de cuya vida no se conoce demasiado y que tienen una lenta tasa de reproducción. Además, puede dar pistas sobre la lactancia en nuestra propia evolución.

El equipo de investigación llegó a la conclusión de que el destete natural en los orangutanes salvajes se produce como muy pronto a los seis años de edad gracias al análisis de sus dientes, que guardan un registro de la dieta de la misma forma que el tronco de un árbol.

El bario, un elemento no esencial, a menudo sigue el mismo camino en el cuerpo que el calcio, y se incorpora fácilmente a los tejidos óseos, como los dientes cuando se ingiere la leche materna. El hallazgo de este elemento es, por tanto, una forma efectiva de indicar si una cría es todavía lactante.

Los investigadores analizaron los niveles de bario en los dientes de cuatro orangutanes que habitan en zoológicos a partir de su primer año de vida. Encontraron que durante el primer año la lactancia materna era exclusiva, pero a partir de esa edad los niveles de bario disminuían en general, aunque el bario aún estaba presente en el octavo y noveno año de vida. Además, los autores encontraron períodos cíclicos de altas y bajas concentraciones de bario de año en año. A su juicio, la disminución de los niveles de bario podría corresponden con momentos de alta disponibilidad de frutos, cuando los animales en crecimiento pueden ser menos dependientes de la leche, mientras que los aumentos de bario son el resultado del aumento a su vez del consumo de leche, que sostiene a los animales en crecimiento durante los períodos de escasez de alimentos.

En humanos

Los investigadores indican que la lactancia materna es un aspecto crítico del desarrollo humano, y su práctica en exclusiva y el momento de la introducción de alimentos sólidos en la dieta también son importantes determinantes de la salud. Muchos aspectos de la lactancia materna, sin embargo, siguen siendo poco conocidos, por lo que estudiar cómo la llevan a cabo los primates puede dar pistas sobre nuestro propio desarrollo. Hacen falta más estudios para saber si los mismos patrones podrían ayudar al crecimiento y la salud de los bebés humanos.

«Las transiciones dietéticas de los primeros años reflejan aspectos fundamentales de la vida, evolución e historia de los primates», dice Christine Austin, investigadora del Departamento de Medicina Ambiental y Salud Pública de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí en Nueva York y segunda autora del trabajo. «Podemos aplicar estos resultados a futuros estudios en humanos. Este método se puede utilizar para reconstruir las historias de la dieta de los seres humanos contemporáneos con el fin de estudiar de forma fiable y precisa la relación entre la dieta infantil y la salud en la infancia o la madurez, así como informar de los modelos de crecimiento de la población».

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