Representación de una forma de vida basada en el silicio y no en el carbono. Estos dos elementos son muy similares químicamente, pero la vida no está hecha del primero pero sí del segundo
Representación de una forma de vida basada en el silicio y no en el carbono. Estos dos elementos son muy similares químicamente, pero la vida no está hecha del primero pero sí del segundo - Lei Chen y Yan Liang (de BeautyOfScience.com) para Caltech
SCIENCE

Crean una forma de vida extravagante capaz de producir moléculas con silicio

Han logrado que una bacteria introduzca átomos de silicio, un elemento similar al carbono pero que casi nunca forma parte de los seres vivos, dentro de sus moléculas. Esto puede expandir enormente la química y a la biología

Esto podría ayudar a entender en el futuro por qué los seres vivos de la Tierra no están hechos de silicio y sí de carbono, o si los extraterrestres podrían estar basados en el primero

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La vida es un poco maniática. Aunque la química y la física le ofrecen un repertorio muy amplio de opciones para hacer reacciones y construir la estructura de los seres vivos, tiene la costumbre de siempre escoger las mismas opciones, como si tuviera un color favorito. Por ejemplo, cuando construye proteínas con aminoácidos casi siempre escoge las formas L y casi nunca las formas D (L y D son tipos de moléculas con la misma composición pero que se diferencian en la colocación de sus componentes). Pero si hay una «manía» que intriga a los científicos es por qué la vida está hecha básicamente de carbono y no de silicio, cuando este elemento que tanto se usa en los chips resulta tener unas propiedades químicas muy similares a las del carbono y además es el segundo más abundante en la Tierra, después del oxígeno.

El carbono y el silicio se parecen tanto que algunos han propuesto que podría haber vida extraterrestre basada en silicio. Pero desde este jueves no hay que mirar a las estrellas para encontrar formas de vida extravagantes. Investigadores del Instituto Tecnológico de California han presentado en Science un artículo en el que demuestran que es posible hacer que los seres vivos produzcan componentes de la vida extraños basados en el silicio. En concreto, han logrado crear una enzima que produce enlaces entre el carbono y el silicio. Esto permitirá explorar los límites de la vida y crear medicamentos y aplicaciones completamente novedosas.

«Lo más importante es que hemos podido demostrar que la vida puede crear cosas totalmente nuevas que no existen en la naturaleza», ha explicado a ABC Frances H. Arnold, investigadora del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y coautora del estudio. En concreto, han conseguido modificar una enzima que ya existía e introducira en una bacteria para que produzca moléculas de carbono-silicio.

Si bien ya hace muchos años que los investigadores usan métodos químicos para crear compuestos de carbono-silicio, con el fin de obtener catalizadores y enzimas de interés industrial, por ejemplo, esta ha sido la primera vez que se ha logrado producir estos compuestos a través de un método biológico.

Vida sintética

Tal como ha escrito Hendrik F. T. Klare, en un artículo también publicado en Science y que ha acompañado a esta investigación, quizás lo más sorprendente es que este método artificial es extremadamente eficiente. A pesar de haber sido creado en el laboratorio, las enzimas han mostrado tener una gran flexibilidad y versatilidad.

«Teniendo en cuenta el hecho de que las enzimas naturales han evolucionado para llevar a cabo funciones muy bien definidas sobre sustratos muy específicos, es impresionante que apenas un puñado de mutaciones permitan reprogramar una enzima natural para catalizar una reacción que antes solo podían hacer los químicos sintéticos», ha escrito Klare.

Gracias a esto, los investigadores han creado una enzima que podría usarse para hacer nuevos catalizadores y medicamentos, y además han abierto un campo nuevo repleto de posibilidades. «Hemos demostrado que podemos crear compuestos muy selectivamente con este método, así que creo que mucha gente va a tratar de explorar nuevas aplicaciones», ha dicho Arnold.

Las diatomeas tienen «esqueletos» de silicio, pero este forma parte de moléculas inorgánicas (sin carbono). En la Tierra, ningún ser vivo incorpora silicio en sus moléculas orgánicas o se basa en el primero, a pesar de sus similitudes químicas con el segundo
Las diatomeas tienen «esqueletos» de silicio, pero este forma parte de moléculas inorgánicas (sin carbono). En la Tierra, ningún ser vivo incorpora silicio en sus moléculas orgánicas o se basa en el primero, a pesar de sus similitudes químicas con el segundo - NIAID

Tal como informa Nature, Arnold ganó este año un millón de dólares en el «Millenium Technology Prize» por la técnica de la evolución dirigida, que desarrolló en 1990. Desde entonces, este método ha permitido desarrollar nuevos medicamentos o incluso nuevos detergentes. La creación de enlaces carbono-silicio promete con ampliar aún más las posibilidades de esta tecnología.

Ver los comentarios