Científicos españoles crean un modelo matemático para predecir dónde caerá una gran nevada

Un grupo de investigadores de la Universidad Complutense y de la Universidad de León han desarrollado un modelo matemático que permitiría predecir la aparición de grandes nevadas y lo han cotejado con datos reales de nevadas sucedidas en la Cuenca del Duero, que transcurre por gran parte de Castilla y León, entre enero de 2013 y marzo de 2014. Los datos del modelo y los reales han resultado ser muy similares, han asegurado los investigadores, quienes se plantean probarlo durante el próximo verano para predecir tormentas. Este estudio ha sido publicados en la revista «Journal of Geophysical Research: Amospheres».

Como ha informado la Universidad Complutense en un comunicado, con el objetivo de lograr una mayor precisión en sus predicciones los investigadores han echado mano de una herramienta con una gran resolución espacial, como es un modelo mesoscalar que permite una resolución horizontal de tres kilómetros

y que sería adecuado para simular las interacciones entre la atmósfera y la orografía del terreno. Además han evitado contrastarlo con datos de periodos temporales superiores a los 15 días dentro del espacio de tiempo mencionado en el anterior párrafo. Los espesores de nieve registrados oscilaron entre los 15 centímetros y el medio metro.

La principal dificultad a la hora de realizar estas predicciones, según los autores del estudio, ha consistido en diferenciar entre diferentes tipos de precipitaciones. Sergio Fernández González, físico del Departamento de Astrofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad Complutense, ha explicado que el modelo «va más allá de la habitual predicción basada en la cota de nieve» y ha añadido que permite «considerar otros escenarios como pueden ser inversiones térmicas que favorezcan precipitaciones en forma de nieve en localizaciones influidas por una orografía determinada».

Tampoco ha sido fácil para los autores de esta investigación hallar una base de datos fiable de precipitaciones en forma de nieve, por su dificultad para medirlos con instrumentos tradicionales. En este sentido, Fernández González, ha afirmado que optaron por «usar pluvionimómetros- instrumentos de alta resolución que miden tanto las lluvias líquidas como las sólidas- así como medidas de observación directas como el registro de las solicitudes de máquinas quitanieves al 112».

Desde la Universidad Complutense, han destacado que la predicción de nevadas puede ayudar a minimizar los costes del transporte en que se suelen incurrir cuando caen los copos.