Alvarno se plantea dejar Madrid

Después de leer la trayectoria profesional del dúo creativo que hay detrás de la firma Alvarno, a nadie le puede extrañar la firmeza con la que pisan la pasarela Mercedes Benz de Madrid. Arnaud Millard ha trabajado para Sybilla; por su parte, Álvaro Castejón ha trabajado para Givenchy, Óscar de la Renta. Y tambien han trabajado para el grande Karl Lagarfeld.

Embarcados en muchos proyectos, y desfilando en muchas pasarelas, se plantean ahora si seguir en Madrid. Los desfiles de hombre y de mujer de alta costura de París, con su firma Azzaro; la de prêt-à-porter de hombre y de mujer también en París. Mañana mismo, nos confiesan, salen hacia París pues les han elegido para el vestuario de la película sobre la biografía de la cantante Dalila.

Y pocos días después, el desfile de alta costura de París... A aún así lo dan todo en cada colección. «Ponemos chispa, algo que les falta a muchos de los diseñadores que pasan por aquí», dice Arnau en el backstage, donde nos confiesa que puede que sea la última. Nos lo estamos planteando.

Sería una grandísima pena, porque ellos entienden que una pasarela es algo más que un muestrario de ropa, que también hay que contextualizar las prendas con su entorno. Entienden o saben lo que es desfilar en una pasarela del circuito internacional como la de París. Entienden que la ropa prêt-à-porter puede ser «de lujo». Entienden lo que les gusta a la mujer actual. Entienden lo que es apostar por buenos tejidos, bordados y patronajes.

Y lo vuelven a demostrar en esta colección inspirada en el pintor klimt y su «Dama de Oro». Y es el color oro el que se ha impuesto en todas las prendas. Pero también el negro, color base, junto al azul, el verne, burdeo y plata. Son propuestas de contrastes, hasta en la música ambiente.

Arnaldo viste una «mujer transgresora», en palabras de los diseñadores. Vestidos con falda trapecio, minis, con volumen, en sedas, que contrastan con arsenes de cuero; pantalones pitillo, cazadoras de cuero, con siluetas bordadas de águilas tridimensionales en pan de oro con cristales.

Una moda de contrastes, que se aprecia en la riqueza de sus tejidos: neopreno, jacquard de seda, lana, encajes y sedas. Y por supuesto se aprecia en la yuxtaposición de complementos: las joyas de Barcena se acoplan perfectamente a las prendas _en pecheras, por ejemplo-, sin que ninguna se robe protagonismo.