ÁNGEL DE ANTONIO/DE SAN BERNARDO
MBFWM. Otoño-Invierno 2017/18

Alocada aristocracia pop

Helbig, Menchén y Sardá hicieron un guiño a los atuendos de la nobleza de varios siglos

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tres eran tres, las catalanas que trajeron lo más exquisito a la pasarela madrileña en el día de ayer. También es coincidencia, pero, a buen seguro, la coincidencia que va unida a un gran espíritu de trabajo y años de profesión. Teresa Helbig, Menchén Tomás y Nuria Sardá se merendaron a público y prensa en este segundo día de desfiles.

Un mundo retro e irreverente inundó la pasarela con delicadas colecciones cuajadas de materiales elaborados y de gran calidad. Andrés Sardá, orquestado por su hija Nuria, estuvo a cargo del desfile más elaborado. Se trataba de presentar con humor el mundo de María Antonieta, Napoleón y el Palacio de Versalles, desfilando con un variadísimo elenco de modelos de lencería entre los que cabría destacar los atuendos de enfermera sexy con minifalda y cofia antigua, o los looks que traían reminiscencias del vodevil.

Probablemente los desfiles y las colecciones de los Sardá figuren entre los más sofisticados del panorama nacional, en Madrid o en Sebastopol. Como broche de oro, Nuria Sardá contó con la actriz española que más ha hecho soñar a los franceses: Victoria Abril. Con su habitual descaro y desenvoltura, Victoria lució cual Antonieta en negligé con la misma gracia que lo hizo en cancán. Un éxito de colección y de show.

Con solera

Teresa Helbig, reina indiscutible de la pasarela cada día que se presenta en Madrid, volvió a triunfar con su sofisticada rebeldía, con una colección inspirada en la aristocracia británica con solera. Retomó elementos como el tartán, el terciopelo verde y azul, los lazos grandes, el nude en los encajes y puntillas, y los combinó con elementos traviesos, buscando a esa aristócrata rebelde que se mofa disfrutando de sus botones con ciervos, chaquetones de terciopelo y faldas escocesas, combinándolos con redes metálicas sacadas de los barcos conserveros de pescado, con calaveras de fauna y prendas de muflón.

Helbig volvió al preciosismo de las prendas elaboradas a base de centenares de perlas bordadas, que su madre, siempre presente y más activa cada año, se encarga de supervisar en el taller. Los tutús largos se alternaron con una serie de atuendos curiosos, como el vestido largo en seda y lamé que se combinaba con una chaqueta de frac en terciopelo, uniendo así elementos nunca vistos a la vez. Estelar.

El gran descubrimiento fue Menchén Tomás. La creadora Olga Menchén ha desfilado por primera vez en la pasarela de Madrid, de la mano de la profesional y efectiva Anabel Martí, tantos años mano derecha del creador Ángel Schlesser. Catalana con tiendas en Barcelona y Sevilla, Olga Menchén, cuyo apellido viene de su bisabuelo alemán, se ha inspirado en la elegancia de las composiciones pictóricas de Lita Cabellut, artista española nacida en Huesca y de origen gitano. Ha presentado modelos con influencia de los vestidos joya del siglo XVIII y accesorios de los años 60 y 70, como los bolsos de charol y los zapatos de salón de tacón grueso. Impecable estreno en Madrid.

Buen corte

Roberto Torretta, ese gran señor de la pasarela, no sorprendió en demasía pero gustó con una colección sofisticada que retomaba elementos de la sastrería masculina en piezas para ellas. La martingala, los hombros y la capelina trasera de algunos abrigos, replicaba a las de las gabardinas tradicionales británicas. Los bolsillos exentos y el paño azul cielo fueron algunas de las claves más apreciadas. Los vestidos rosas, lucieron imponentes e intemporales y la abertura vertical de los bajos de los pantalones anchos, creaba un elegante contoneo de telas que sentará tendencia.

Ver los comentarios