El Ayuntamiento de Chiclana denuncia que la Junta ha aplicado recortes del 34% en educación

«Grave situación de indefensión». Esa es la situación en la que, a juicio del Ayuntamiento, se encuentra los estudiantes en Chiclana. O al menos así lo considera la delegada municipal de Educación, María Eugenia Fernández, que compareció ayer para recalcar «el desprecio continuado de la Junta hacia la localidad, con recortes que superan el 34% en materia educativa, que derivan en la falta de plazas escolares, la carencia de monitores especializados en Educación Infantil y la eliminación del servicio de transporte escolar». En este sentido, la concejala se refirió a las reformas que se están realizando en el CEIP La Barrosa, para aclarar que «el proyecto desarrollado por la Junta contemplaba la ampliación del mismo, pero la realidad es muy distinta, sólo se van retirar dos caracolas provisionales, quedando el centro en la misma situación de escasez de plazas, como viene ocurriendo de manera continuada».

Es decir, «los alumnos y alumnas que deseen cursar sus estudios en el centro durante los próximos años y los que solicitaron una plaza en años anteriores, no tendrán ninguna posibilidad de ser escolarizados», según reiteró.

Por este motivo, Fernández explicó que «el problema de escasez de plazas escolares en La Barrosa está ligado a otro problema aún más grave y es que, los estudiantes que se quedan sin plaza en La Barrosa tienen que desplazarse, como mínimo, unos seis kilómetros hasta el próximo centro docente, con el añadido de que la Junta también ha eliminado el transporte escolar y tampoco ha respetado la reserva de plazas para alumnos y alumnas discapacitados».

Así, «la contestación de la Junta, tras el requerimiento tanto del Consejo Escolar del centro, a los problemas de los estudiantes de La Barrosa ha sido tajante, una negativa incondicional», tal y como subrayó la delegada municipal de Educación. Por otra parte, la concejala destacó la escasez de «monitores escolares de Educación Infantil lo que implica que los niños puedan encontrarse solos en determinados momento de la jornada lectiva. También denunció que «hay estudiantes que llevan más de 6 años sin cambiar sus libros de texto».