UPyD va más allá y cierra la puerta a obsequio alguno

El PSOE ha ido más lejos de lo que jamás había planteado al establecer unas normas de conducta vinculantes para todo el partido, pero no llega al grado de exigencia de UPyD. El mismo día en el que Pedro Sánchez firmó sonriente ante las cámaras su catálogo de requisitos éticos, el Consejo Político de la formación minoritaria aprobó por mayoría amplia un código de buenas prácticas que prohibe a sus dirigentes recibir cualquier tipo de regalo o invitación, sin atender a su valor pecuniario.

El responsable de regeneración democrática del partido, Andrés Herzog, puso ejemplos gráficos. «Ni al palco del Bernabéu, ni al palco taurino, ni al Club de Campo», dijo. No son referencias teóricas. Corresponden a casos prácticos. Ya en 2012 el portavoz municipal de UPyD en el Ayuntamiento de Madrid, David Ortega, pidió devolver las tarjetas del elitista club social, así como las entradas para asistir a Las Ventas o a conciertos varios que le había enviado el consistorio y que los concejales de otros grupos usaban sin remordimiento alguno.

La formación que lidera Rosa Díez también endurece su régimen actual de incompatibilidades, de modo que no se permitirá a ninguno de sus representantes acumular más de un cargo. Ese es un compromiso que también adoptó, si bien no aparece en el documento ahora suscrito, el exsecretario general de los socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba al principio de su mandato, en 2012.

UPyD exige, además, a sus miembros tener cuatro años de experiencia profesional al margen de la actividad política para poder ocupar un cargo; prohíbe el transfuguismo, bajo obligación de devolver el acta, y veta en sus listas a condenados por corrupción, violencia machista o acoso sexual o laboral.