ESPAÑA

«El capitalismo no se cambia en cuatro años, pero se puede reconducir»

«Tendrían que ser muy torpes los líderes de Podemos para crear más paro del que ha generado las políticas de PP y PSOE», dice Juan Torres López Catedrático de la Universidad de Sevilla. Redactor del programa económico de Podemos

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Juan Torres López (Granada, 1954) se organiza para incorporar a sus múltiples ocupaciones -catedrático de Teoría Económica de la Universidad de Sevilla, articulista o bloguero- la confección del programa económico de Podemos. Tras una larga trayectoria en las universidades de Málaga y Granada, el dirigente de ATTAC aborda ahora el reto de dar empaque a la formación emergente de la política española.

-¿Por qué ha aceptado este reto?

-Podemos nos ha pedido al profesor Vicenç Navarro y a mí que hagamos un documento de base, un cuadro estratégico de propuestas realistas que se puedan llevar a cabo. No exactamente el programa, que será más detallado y lo hará la propia formación política y tendrá un desarrollo concreto en el que posiblemente no entremos. ¿Por qué estoy aquí? Porque yo estudié con beca y desde joven siempre tuve claro que, en lo que modestamente yo pudiera colaborar, era mi obligación devolver a la sociedad lo que pueda saber. Antes de las elecciones europeas la Fundación Alfonso Perales, del PSOE, me pidió un documento y se lo hice con mucho gusto. Ahora me piden esto Podemos y no me puedo negar.

-Dan ustedes una pátina de solidez a una formación por cuajar.

-Creo que Podemos se enriquece más por el profesor Navarro que por mí. No me puedo comparar a una persona como él, que es el quinto científico social español más citado en la literatura mundial y una autoridad científica en EE UU.

-Un «documento posibilista», ha dicho, de «propuestas realizables en una legislatura». ¿Cómo será?

-En España hay una larga tradición de programas electorales concebidos para engatusar a la población, basados en una percepción muy errónea de la realidad y que luego no se cumplen. El PP y el PSOE se presentaron a las elecciones de 2008 prometiendo a los españoles que iban a alcanzar el pleno empleo. No se puede cometer un error de cálculo tan grande. De ahí vienen ahora las demandas de realismo en las propuestas de otros programas.

-¿Cómo se va a estructurar?

-Tenemos una situación económica muy mala, en la que harían falta remedios muy profundos que no dependen solo de lo que se puede hacer en España, sino en Europa y el mundo. Hay que decírselo a los ciudadanos, para que sepan que hay que cambiar las lógicas de gobierno nacional. Hay que tener en cuenta al mismo tiempo la restricción que supone formar parte de la UE, de una unión monetaria, de un mundo globalizado, pero también hay que poner en primer plano la inteligencia de saber aprovechar los resquicios que hay para hacer propuestas y tomar medidas que permitan cambiar las cosas o su orientación.

-¿Una alternativa al capitalismo y la globalización es posible?

-Es absurdo creer que el capitalismo se puede cambiar en cuatro años. Sí es verdad que en poco tiempo se pueden incorporar medidas de cambio que terminen siendo muy profundas. Cuando un barco entra en el mar, una desviación casi milimétrica puede generar una diferencia de destino de cientos de miles de kilómetros.

-El programa de Podemos genera gran incredulidad en algunos sectores. Un artículo muy citado resaltaba que sus propuestas son irrealizables y van a crear más paro y perjudicar a las pymes. ¿Es así?

-Tendría que producirse una hecatombe y tendrían que ser muy torpes los dirigentes de Podemos si gobiernan para crear más paro del que han originado las políticas del PSOE y PP. Es que aquí se olvida que estamos en 5,6 millones de desempleados, que han desaparecido más de 200.000 empresas en los últimos cinco años. ¿Quienes han hecho esas políticas ahora van a decir que una cosa alternativa va a provocar la hecatombe? ¡Si ya se ha producido!

-O que se puede provocar una salida de capital.

-¿Quien dice eso se ha molestado en contar la que ya se ha producido? Aquí hay muy poca seriedad. La mayoría de las propuestas que ha hecho Podemos han sido realizadas también por premios Nobel de economía o dirigentes de los institutos más importantes de Europa. No es que Pablo Iglesias sea un irresponsable. ¿Lo son también Stiglitz o Krugman? Hay que tener un poquito de seriedad. Las cosas se pueden cambiar.

-Una de las propuestas que más se discutido es dejar de pagar la deuda publica ¿sería posible?

-Nadie habla de eso. Hay una caricatura de esa propuesta que está basada en un hecho. La deuda pública de España es posiblemente impagable si no se llevan a cabo reformas tan profundas que harían que suba la deuda. Por tanto, habría que sentarse, en toda Europa, y reestructurarla. No es propuesta de Podemos, la ha hecho antes el presidente del Instituto IFO de Alemania, un economista bastante conservador que plantea que hay que hacer una quita de la deuda de los países de la periferia. Eso no es dejar de pagar.

-¿Cabe un rescate a la banca?

-El problema en España es más la deuda privada que la pública. Sabemos cómo afrontar una crisis de deuda como esta: reducir gastos, aumentar ingresos y hacer que la economía crezca más. Aquí no existen políticas para ello, porque en buena parte dependen de Europa.

-¿Entonces?

-Tenemos que ver en qué gastamos, dónde hay despilfarros. Tenemos cierto recorrido sin tocar los gastos sociales, como ha hecho el PP. Atajemos el elevado fraude fiscal. Revisemos las ayudas a los bancos, más impuestos a las rentas altas y a las multinacionales. ¿Cómo ha afrontado Alemania la crisis sin perder empleo? Porque tiene unas leyes laborales que facilitan la negociación entre trabajadores y patronal.

-¿Qué cambios haría en materia de vivienda?

-Una política de alquiler como en Francia, Holanda o Alemania. Sociedades para el fomento de la rehabilitación y viviendas sociales.

-La gran cuestión es la corrupción. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

-Por la falta de controles y la ausencia de cultura de rendición de cuentas. No hay controles porque no se da participación a la ciudadanía. Si los dirigentes de las cajas de ahorro hubieran sido ciudadanos honestos, elegidos por sorteo o votación, revocables como en algunos estados de EE UU, no hubiera pasado lo que ha pasado.