Navegar a través del Amazonas gaditano

Tranquilidad, relajación, aventura, naturaleza... Muchas son las palabras con las que se pueden describir las sensaciones que te da descubrir una de las zonas probablemente más desconocidas para el ciudadano dentro del término municipal de El Puerto. Por su nombre, el río San Pedro, todo el mundo lo conoce y más o menos lo sitúa en el mapa, pero la cuestión radica en que no hay tanta gente que lo haya conocido desde su interior, adentrándose en sus aguas, recorriendo el sendero que marca hasta desembocar en la Bahía de Cádiz. Poder navegarlo con embarcaciones de corto calado es una opción bastante viable gracias a las instalaciones que ofrece el Centro de Recursos Ambientales Coto de la Isleta (CRA), un centro destinado a la educación ambiental y deportiva en El Puerto.

La aventura comienza por la mañana, temprano, para poder aprovechar las mareas y que el viaje no sea tan duro. El CRA facilita el material a grupos que estén interesados, tal y como explica el técnico de Medio Ambiente, Antonio Caraballo, «queremos que sean las personas las que se organicen y que no sea por falta de equipamiento».

Ya encima de los kayak, los aventureros se enfrentan a la primera prueba después de abandonar el pantalán del CRA: cruzar el puente de la N-IV. Aunque no reviste de mayor dificultad, hay que tener precaución ya que debajo de la estructura las corrientes pueden llegar a ser peligrosas. Tras superar la hazaña, los usuarios se adentran en el Parque Metropolitano de Los Toruños, un corazón verde en el centro de la Bahía que guarda en su interior una multitud de especies y de aves, además de un paraje especial. Mientras se avanza a través del río en el entorno natural, se alejan los sonidos típicos de la ciudad para dar paso a los de la naturaleza.

A la vez que se rema, no es de extrañar poder apreciar peces saltando alrededor e incluso sorprenderse con que alguno ha ido a parar al interior del kayak. Durante el recorrido, el usuario puede parar y descansar en los diferentes pantalanes que existen a lo largo del camino. Ver el bosque a la izquierda mientras se navega hace al aventurero imaginarse recorriendo el río Amazonas. En la parte derecha se puede contemplar la orilla con miles de cangrejos deambulando por allí atentos a cualquier peligro. También en la zona se realizan excursiones de avistamientos de aves, ya que muchos de los pájaros que emigran de un lado a otro hacen una parada en este entorno natural.

Las pequeñas embarcaciones avisan al visitante de que se adentra en la Barriada que lleva el mismo nombre del río en el término municipal de Puerto Real. Tras sortearlas sin dificultad se aproxima el final del viaje donde el río San Pedro se une con la Bahía de Cádiz. Allí el visitante, dependiendo de las mareas, puede descansar en una lengua de arena que se forma entre el río y la bahía, en donde puede ver como el horizonte se une con el mar quedando a la izquierda el muelle de Cádiz y a la derecha El Puerto. En la mencionada lengua de arena además de mariscadores, si se espera a que suba la marea, se puede apreciar perfectamente cómo se mezcla el río con el océano empujándose mutuamente creando una imagen inolvidable .

Muchos aficionados al deporte náutico han solicitado que se lleve a cabo el que podría llamarse 'el descenso de San Pedro' simulando al acontecimiento asturiano del descenso del Sella, y que como detallan podría darle una cobertura comercial y turística a la zona, además de dar a conocer un entorno de un valor incalculable.

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