Seis años a la espera del tranvía

Iba a ser el gran hito del 2010. Pero el 2010 pasó sin que el tranvía estuviera circulando por la ciudad. Entonces se fijó el horizonte en 2012. Y el 2012 también pasó sin que los isleños contaran con el nuevo servicio de transporte público. Dos años después y en vista de la situación, nadie se ha atrevido a ponerle más fechas.

Justo hoy se cumplen seis años desde que las máquinas entraran por primera vez en la calle Real para transformar por completo el espacio a la espera del paso de los vehículos. Fue un 1 de septiembre de 2008 cuando en las inmediaciones de la calle Real las excavadoras comenzaron a arrancar árboles, los operarios quitaban los bancos, se desmontaban las papeleras, los puestos de venta de cupones, mientras que los martillos golpeaban a las aceras.

Han pasado seis años y la situación es extraña porque es cierto que ha cambiado mucho, pero a la vez ha cambiado poco. La calle Real está completamente transformada, con un trazado peatonal que ha permitido que las personas ganen espacio para caminar, que las terrazas se reproduzcan y que haya cierta tranquilidad a la hora de pasear ante la limitación de coches. Pero esta paz está por terminar cuando se decida levantar de nuevo toda la vía por un problema de losas (que se desprenden y se rompen) que hasta el momento no se ha podido solucionar. Aún falta que se coloque material, se trabaja en la instalación de las catenarias y, lo que es más importante, sigue sin saberse cuándo pasará el tranvía.

Durante la actuación fueron muchas las voces críticas que se alzaron con respecto al proyecto. Una vez que se finalizó y se vieron sus bondades, la corriente de opinión comenzó a cambiar. Sin embargo, el continuo retraso en las planificaciones y la vuelta de las obras a la calle Real, hace que de nuevo se alcen aquellos que muestran su repulsa a al nuevo transporte público.

Lo que falta

Está previsto que en septiembre se adjudiquen los trabajos para solucionar el problema de las losas. La fisonomía será distinta ya que de la integración de toda la vía con granito rosa supondrá un cambio de aspecto, con adoquines en todas las intersecciones y unas guías de hormigón impreso entre los raíles. Una iniciativa pensada para evitar que el paso de coche, motos y camiones siga castigando el firme de la calle.

El objetivo era que a finales de año se pudiera tener todo terminado y listo para que se pudiera comenzar las pruebas de los vehículos del tranvía por el centro de San Fernando, pero es algo complicado, si se tiene en cuenta que la reparación de las losas aún no se ha adjudicado y su ejecución conllevará entre cuatro y cinco meses. Y todo ello cuando falta una pieza clave en todo este entramado, garantizar el suministro eléctrico a los vehículos. Para ello la Junta colaborará con el Ayuntamiento para la construcción de una subestación en Janer. Pues bien, aún no se ha firmado el acuerdo para iniciar unos trabajos que podrían conllevar casi dos años. Y todo ello a la espera de la firma de un convenio que permita que el tranvía circule por las vías para llegar a Cádiz.

Sentencias que anulaban el proyecto, protestas por la falta de contratación de isleños, comerciantes que se quedaron sin las ayudas prometidas, obras complementarias que no se han realizado, decenas de millones de euros de inversión. Sin duda la actuación más importante a la que se ha tenido que enfrentar San Fernando y por ello la que guarda más polémica.