Actual estado que presenta el Vaporcito en lo que queda del varadero Guadalete. :: LA VOZ
EL PUERTO

Tres años del hundimiento de El Vaporcito de El Puerto

No hay fechas ni plazos para que esta leyenda de la Bahía de Cádiz vuelva a surcar las olas y comunicar a las dos localidades por vía marítima

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Eran las 18.12 horas de un día soleado de verano, cuando de repente la llamada de un pasajero alerta de una pequeña vía de agua en el barco Adriano III, conocido como 'El Vaporcito de El Puerto', después de una colisión con una piedra. Minutos después se hundía en el propio muelle de Cádiz ante la mirada de bomberos, fuerzas de seguridad y de los 80 pasajeros que pudieron salir sin tener que lamentar ningún herido ni ninguna desgracia.

Tres años han pasado ya desde esta imagen, 1.095 días desde que se hundió la figura más significativa de El Puerto. En todo este tiempo, después de ser reflotado pasó por un dique seco de Navantia en San Fernando para posteriormente dar con su armazón de madera en el lugar donde actualmente se ubica, entre los restos de lo que fue el varadero Guadalete. Un Vaporcito que resiste contra los elementos y el futuro, ya que se niega a forma parte de una rotonda o que caiga en el olvido. Por ese motivo, recientemente consiguió el beneplácito tanto del Ayuntamiento como de la Autoridad Portuaria para permanecer en ese terreno hasta que concluya su proceso de restauración, que a día de hoy y tras haberse dado muchas fechas en estos tres años, nadie se aventura a precisar.

Para muchos, dejar este símbolo de El Puerto abandonado a su suerte, «es romper con una generación de Adrianos que han estado en la Bahía de Cádiz durante muchos años, una pena ver como se pudre allí», detalla Francisco Suárez, un portuense que muestra su indignación. Otro ciudadano, José Sánchez, se pregunta la razón de por qué no lo arreglan las instituciones municipales y autonómicas, ya que está declarado Bien de Interés Cultural.

Por su parte, el alcalde, Alfonso Candón, quiso reiterar el apoyo del Consistorio portuense en la recuperación y reparación del Vaporcito. Candón pone encima de la mesa su compromiso de apoyo institucional al empresario que gestiona el Vapor para que sea posible su recuperación, ya que «hablamos de un emblema no sólo para nuestra ciudad, sino para la Bahía, porque es inmenso el cariño que le tienen en muchas otras localidades. De ahí nuestro interés porque el Adriano III pueda volver a surcar las aguas de la Bahía en su viaje hacia Cádiz». El alcalde deja en manos del empresario, Manuel Ramos, el proceso de rehabilitación del Vaporcito, «puesto que al ser una embarcación privada, es el propietario quien debe actuar. Pero si nos solicita ayuda, nos informaremos si existen subvenciones a las que poder acogerse».

Para concluir, Alfonso Candón recuerda con tristeza el día en que la embarcación se hundió en las aguas de la Bahía: «Creo que todos los portuenses sentimos una gran nostalgia el día que nos enteramos que el Vapor se había hundido y todos queremos, porque es un sentimiento generalizado, que vuelva a estar en activo. Creo que también todos entendemos que es una operación complicada a pesar de la predisposición que podamos tener. Pero confiamos en que la buena voluntad del gerente del Vapor y el proyecto que tiene entre manos hagan posible esta gestión».