Imagen de ese año de los vecinos haciendo acopio de aguaen la vía pública. :: ANTONIO ROMERO
CÁDIZ

Aquel verano sin agua corriente

Unos meses muy secos y problemas en el suministro provocaron que en aquel verano los camiones cisternas se hicieran hueco en las calles de los Pueblos Blancos para desesperación de vecinos Los municipios de La Janda y la Sierra sufrieron fuertes restricciones en 2008

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un gesto sencillo, que pasa desapercibido, y que es una de las claves del confort y el bienestar. Abrir el grifo y que el agua brote es algo de un valor incalculable cuya importancia no se tiene en cuenta en un mundo desarrollado. A pesar de que por estos lares no se conciba que este gesto no forme parte de nuestro día a día, hay muchos lugares en el mundo que por desgracia no saben lo que supone contar con agua potable en su propio domicilio y con sólo hacer un pequeño gesto con la mano.

Aquí, en esta parte de la tierra, damos por hecho que el agua siempre estará ahí pero eso siempre no ha sido así. Las graves sequías que ha sufrido nuestra provincia en diferentes periodos han provocado que muchos gaditanos hayan sido conscientes de la importancia de contar con el líquido elemento en cocinas, baños o jardines. Lejos queda el verano de 2008, han pasado ya seis años, pero aún se conserva en la retina y la memoria de muchas localidades de la provincia, sobre todo en la Sierra y en la Janda, que en aquella ocasión hubo que acudir incluso a camiones cisternas y agua envasada para poder beber, cocinar, asearse o refrescarse. Dichos camiones se hicieron hueco en nuestras calles y los vecinos tenían que acudir a ellos para poder llevar algunas reservas de agua a sus casas.

La Sierra es la comarca de la provincia que más afectado se vio en esta ocasión por la situación, a pesar de ser el espacio natural donde se encuentran los embalses que abastecen a la provincia. No obstante, estos municipios no beben de Los Hurones, Guadalcacín o cualquier otro pantano sino que su agua procede de manantiales que se vieron muy mermados también por la sequía y perdieron casi todas sus reservas.

Hasta una decena de pueblos tuvieron problemas importantes y a día de hoy no están libres de situaciones complicadas ya que muchos de ellos siguen dependiendo de un único sondeo o tubería que les suministra, por lo que a pesar de no haber escasez de agua cualquier incidente podría hacerlos volver a los cortes o incluso al quedarse totalmente sin agua. La población que más sufrió la falta del líquido elemento en sus grifos fue Prado del Rey, donde sus vecinos sufrieron importantes restricciones diarias durante meses, con cortes de más de ocho horas al día. Esto dificultaba mucho el aseo e incluso el trabajo de establecimientos como panadería o bares entre otros muchos, que no podía permitirse estar toda la noche sin agua. En esta localidad la posible salida que se prentendía para solucionar los problemas era la de concertarla con el sondeo de El Lugo en Villamartín, pero éste ni siquiera ha entrado en funcionamiento para este municipio.

Municipios

En Puerto Serrano el problema no sólo llegó con la sequía sino que la localidad tuvo restricciones entre 2001 y 2007, al ser insuficiente el pozo de abastecimiento que tenía. Por ello, la Junta de Andalucía llevó a cabo una inversión de 2,2 millones de euros para crear un nuevo pozo en Cerro Prieto, instalando además una tubería de conducción de 300 milímetros y 17,5 kilómetros de extensión, pero debido a la sequía esta actuación no tuvo el efecto esperado y las restricciones volvieron a sufrirse en 2008. Dicho sondeo se unió al del Almendral pero entre ambos no lograron evitar los problemas en aquel momento aunque a día de hoy sí que están siendo suficientes.

Bornos también tuvo problemas porque necesitaba un nuevo sondeo que finalmente se construyó y porque contaba con una insuficiente y problemática red de abastecimiento. Además, en 2007 estalló el depósito en la zona de La Fábrica por lo que los problemas se agravaron hasta que se construyó el nuevo. Otros municipios que también sufrieron con este complicado verano fueron Villamartín, Benaocaz, Zahara de la Sierra y El Gastor, entre otros. Curiosamente, estos dos últimos se encuentran a los pies de un gran embalse pero dada la salubridad del mismo, resulta imposible beber de él, ya que sería muy costoso poder potabilizar el agua. Algunos de estos pueblos también tuvieron problemas en 2005.