Padres de los IES Picasso y Hércules reclaman una parada de bus más cercana

El reloj marca las 8 de la mañana de cualquier jornada laborable del curso escolar. Unos tres autobuses de la ruta escolar que va a los institutos de educación secundaria Pablo Picasso y Hércules paran a 200 metros de ambos centros educativos. Del interior bajan 60 adolescentes, dispuestos a deshacer esos metros entre vías «mal iluminadas, con estrechas aceras o sin ellas y con abundante tráfico». «Todo un peligro», según denuncian 200 padres a los que Teresa Yribarren pone voz. Ese el número de progenitores que ha firmado un escrito que ayer entregaron al Ayuntamiento y en estos días darán también a la Delegación Provincial de Educación de la Junta. Su objetivo, conseguir que la última parada de esta línea se acerque más a los centros educativos para evitar esta situación, «es una obligación por Ley», reconoce la madre.

Lo cierto es que hace años que los adolescentes se ven expuestos a esta situación, sin embargo la incorporación de la hija de Teresa a uno de los institutos afectados ha llevado a la madre a movilizar a profesores y padres para exigir un cambio. «Hay mil soluciones posibles, nosotros sólo exigimos una», explica. Hasta ahora, no han recibido respuesta oficial de la Junta de Andalucía. Sí se reunieron con la delegada de Educación del Ayuntamiento, María Eugenia Fernández. Ante la estrechez de las vías donde están ubicados los institutos y las retenciones que produciría en hora punta que los buses estacionaran en la avenida de la Diputación, «la delegada se comprometió a asfaltar una pequeña rotonda en la explanada de La Longuera», como reconoce la madre. Sin embargo, «pasados unos días contestaron que eso era competencia de la Junta». «Produce mucha frustración», denuncia la madre, que se muestra dispuesta a «comenzar con movilizaciones si al inicio del curso escolar no se ha arreglado la situación».

Se da la circunstancia de que la delegada Fernández dio ayer una rueda de prensa en la que denunció también que la Junta «ha eliminado dos de las localizaciones que prestaban servicio del autobús escolar, exponiendo al alumnado tanto a las inclemencias del tiempo como a los riesgos que supone el tránsito por vías y caminos con cierta peligrosidad». Concretamente son los alumnos de la zona Carboneros y de la Venta El Pino los afectados por una medida «que se ha tomado con premeditación y alevosía». En su intervención, Fernández también requirió a la Junta una solución para ambas situaciones por lo que se ofreció a mantener una reunión con la Junta para solventar estos problemas. Igualmente, recalcó que «el equipo de gobierno hará todo lo que esté en su mano por darle una solución a esta demanda, habilitando calles, viales e instalando nuevas infraestructuras si fuese necesario y viable, dentro de la legalidad».