Vladímir Putin, con su hija María y su exesposa, Liudmila, en una de las escasísimas imágenes publicadas de la joven. :: R. C.
Sociedad

El misterio de las hijas de Putin

La tragedia del avión holandés derribado en Ucrania destapa la discreta vida de la mayor, María, en los Países Bajos

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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El llamamiento del alcalde de Hilversum (Holanda), Pieter Broertjes, a expulsar del país a María Pútina, de 29 años de edad, por la supuesta implicación de su padre, el presidente Vladímir Putin, en la catástrofe del Boeing 777 de Malaysia Airlines, ha hecho recordar que el secretismo y la opacidad son métodos habituales en la política del Kremlin.

De las 298 personas que perecieron en la tragedia aérea, 193 eran holandesas. Pero Broertjes ha reconocido poco después de su proclama que María no tiene que pagar por lo que haga su padre y ha pedido disculpas. Sin embargo, el revuelo no hay quien lo pare ya. Los holandeses quieren saber quién es esa chica y si realmente es verdad, como aseguran algunos medios de comunicación, que vive con su novio, Jorrit Faassen, un ejecutivo de 34 años, en un lujoso ático en Voorschoten. Pero poco o nada se ha podido averiguar.

Tampoco se sabe exactamente si la hija mayor de Putin y Jorrit son simplemente novios o son ya marido y mujer. Ciertas informaciones sostienen que se casaron en 2009. De ser cierto, el apellido de ella podría ser ahora, no Pútina, sino Faassen. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, se niega a soltar prenda aduciendo que no puede facilitar detalles que atañen a la vida privada del jefe del Estado.

En cualquier caso, en el domicilio de Voorschoten facilitado por activistas antiPutin a través de Twitter nadie ha podido encontrar ni rastro de la pareja. Allí no figura por ningún lado que viva alguien con los apellidos Faassen o Pútina. Ucranianos residentes en Holanda querían haberse manifestado en el lugar para protestar contra la agresiva política de Rusia hacia su país, pero sólo consiguieron intranquilizar a los vecinos. Lograron saber, no obstante, que un verdadero enjambre de guardaespaldas se encarga de la seguridad de María y Jorrit, que ella y su hermana menor Ekaterina estudiaron en la Universidad de San Petersburgo -Biología la mayor y Lenguas Orientales la pequeña- con identidades falsas y que Putin sigue sin permitir que se publiquen sus fotografías ni que abran cuentas en las redes sociales.

Los vecinos afirman también haber visto una vez en el aparcamiento del inmueble una limusina negra con los cristales tintados. Sería, al parecer, la que utilizó Putin el año pasado durante una visita oficial a Holanda. Habría aprovechado el viaje para ver a su hija, pero el Kremlin siempre ha desmentido que se produjera tal encuentro.

Hasta el supuesto nacimiento del primer hijo de María, el 15 de agosto de 2012, ha sido negado en Moscú. A la pregunta de un periodista sobre si era ya abuelo, Putin respondió en una rueda de prensa que «dudo que el país necesite saber si tengo nietos o no».

María nació en Leningrado (actual San Petersburgo) en 1985 y al año siguiente, cuando toda la familia vivía en Dresden, vino al mundo su hermana Ekaterina. Se dice que Ekaterina contrajo matrimonio con un surcoreano llamado Yu Jong Gu, hijo de un general que trabajó en la embajada de ese país asiático en Moscú como agregado militar. El Kremlin también lo niega. En cuanto a Jorrit Faassen, fue reclutado por el gigante energético Gazprom y en 2008, con sólo 28 años, fue nombrado vicepresidente de la empresa rusa Stroitransgaz, perteneciente a Guennadi Tímchenko, íntimo amigo de Putin y uno de los personajes sancionados por la UE y EE UU.

En noviembre de 2010, Faassen conducía su BMW por la exclusiva zona de chalés de Rubliovo-Uspénskoye, en las afueras de Moscú, y chocó contra el Mercedes del banquero ruso Matvéi Urin. Los guardaespaldas de éste propinaron al holandés una paliza y Putin mandó a la cárcel a Urin por cuatro años y medio. A su entidad financiera le fue retirada la licencia.