Los terrenos de Polanco están cercanos a una laguna natural. :: LA VOZ
Chiclana

La calidad del aire, en juego

El promotor defiende la idoneidad de la planta de gestión de desechos alegando la necesidad de reducir residuos y la creación de empleoLos ecologistas muestran su oposición al nuevo proyecto de incineradora en Polanco

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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¿Beneficio económico para la localidad o foco de contaminación atmosférica y terrestre? ¿Una planta para la gestión integral de residuos o un importante peligro ambiental que hay que evitar? El debate está en el tablero de juego y los dos bandos han movido ficha. El primero, como es obvio, fue el propio promotor de la idea de crear una planta de gestión integral de residuos en los antiguos terrenos de Polanco cuando presentó una memoria resumen ante la Delegación de la Consejería de Medioambiente como paso previo a todo el trámite burocrático. Los segundos, los ecologistas, que se oponen al proyecto una vez conocido dicho documento. Es el caso de Daniel López Marijuán, de Ecologistas en Acción que considera que la instalación de una incineradora en Chiclana «no es la mejor forma de dar respuesta a la gestión de residuos de la Bahía de Cádiz». Por su parte, desde la asociación medioambiental Toniza muestran su escepticismo a la idoneidad del proyecto, aunque se muestran cautos a la espera de una reunión con el promotor.

Y es que el gestor de la idea, un ingeniero de la localidad empeñado en sacar a delante el proyecto para el que quiere contar con el apoyo de las distintas instituciones, ya se ha ofrecido a explicarles en persona a los ecologistas cuáles son las bondades de su proyecto. Lo cierto es que la memoria resumen presentada a Medioambiente plantea una planta que ocupe la totalidad de los terrenos de Polanco en los que dar respuesta a todos los residuos urbanos de la Bahía. Una parte, la más controvertida, sería lo que se conoce como planta de valorización energética, basada en quemar la basura para su reducción y aprovechar la energía creada en la combustión como «instalación de generación eléctrica con renovables». A eso se sumaría una planta de compostaje, otra de tratamiento de escorias (los residuos que se generan una vez quemada la basura) y otra de tratamiento de residuos de construcción y demolición.

Cuatro en una

En el primer borrador, que tiene carácter más bien de declaración de intenciones, aclara que la planta serviría para dar una respuesta a los residuos de la bahía con los principios de «reducción y reutilización». Igualmente, aduce al paro existente en la localidad y los puestos de trabajo que generaría esta nueva actividad (aunque no detalla cuantos). Según explican los ecologistas, el motivo de la falta de detalles es que el promotor desea implantar una novedosa planta de gestión de residuos similar a las que ya funcionan en el norte de Europa. «No da detalles para evitar que le roben la idea», explican desde Toniza.

Sin embargo, López Marijuán se muestra decidido en su no. Aduce que los filtros de las incineradoras no eliminan del todo la contaminación que va a parar al aire. «Además, la escoria también genera lixiviados (líquidos contaminantes generados de la basura en descomposición) por lo que la contaminación es doble». Así, recuerda que «hay estudios del Instituto de Salud de la Universidad Carlos III que apuntan casos de cáncer en las cercanías de las incineradoras». Por todo ello, el ecologista no duda en tachar de «antigua» la propuesta y apuesta por una gestión de residuos «realmente basada en el reciclaje y la reutilización y no tan cercana a parajes naturales y núcleos de viviendas». Así las cosas, la pelota está ahora en el tejado de las administraciones y del propio promotor que deberá conseguir presentar ante éstas (principalmente Medioambiente y Ayuntamiento) las suficientes credenciales que demuestren la idoneidad del proyecto.