Historias con el mar de fondo

La inquietud literaria de Gregorio Gómez Pina, que se estrena con la novela 'Un mundo entre faros' (Eride), es muy similar a la de cualquier otro escritor. Responde a un interés de inventar, completar, fabular historias y vidas, la propia y las de otros. Y de saldar cuentas. Con lo que un día fue y con lo que ahora es. Con sus compañeros de viaje, con los lugares en los que se ha dibujado su existencia. También pretende, como todo autor, entretener. Y enseñar. Mostrar al lector el pasado, acortar distancias con el presente y soñar el porvenir. El mar siempre de fondo.

Gómez Pina trae a la entrevista a su pequeña criatura bajo el brazo. «Es como un hijo», él mismo puntualiza. Un vástago al que ha tardado en modelar casi un lustro y del que, apenas unas semanas después de su lanzamiento, se siente especialmente orgulloso. No sólo por las buenas críticas de quienes se han bebido las páginas de esta novela que el propio autor califica de «histórica».

Gómez Pina, habitual colaborador de este medio, ha logrado con 'Un mundo entre faros' cumplir con los dos propósitos que se planteó junto a su redacción. Volver a su infancia, a sus primeros años en su tierra natal, Cartagena, y devolver el cariño con el que ha sido recibido en su tierra de acogida, la provincia de Cádiz. El nexo de unión, la guía de su periplo literario, la figura del faro. El de Cabo de Palos (Cartagena) y los gaditanos de Chipiona y el Castillo de San Sebastián. «Quería recrear mis largos largos veraneos en Cabo de Palos, en nuestra casa de la Barra, donde no había luz eléctrica y en donde el encendido del faro era la señal para que volviéramos a casa», apunta.

Alertado por el parecido entre este faro y el de la localidad chipionera, el novelista encontró la herramienta perfecta para su proyecto. Inventó entonces la vida de dos generaciones de torreros (fareros). Juan y Ginés, dos hermanos cartageneros que se trasladan respectivamente a Palos y Cádiz (para pasar después al de Chipiona) y los hijos de ambos, que siguieron los pasos profesionales de sus progenitores. La adolescencia de estos primos quedará marcada por un viaje que emprendieron para conocerse, un traslado que le sirve al autor para narrar un acontecimiento real: el hundimiento del trasatlántico el Sirio, un vapor italiano que naufragó el 4 de agosto de 1996 en las islas Hormigas y cuyo relato en sus años de infancia quedó grabado en la memoria del escritor.

Hermanamiento de las ciudades

Pero para este ingeniero de Puertos y Costas, además de docente, articulista y conferenciante, su novela no podía quedarse en la recreación de sus recuerdos de adolescencia. «¿Cómo escribir sobre la vida del torrero Juan y de su hijo, narrador de esta historia, desarrollada en una tierra, Cádiz, que yo había conocido ya de muy mayor?», se planteó. Entonces, arrancó la labor de investigación sobre Cádiz y las villas de Chipiona y Sanlúcar, y la invención de personajes para desarrollar la segunda parte de su novela. Muchos de estos protagonistas llevan el nombre y la personalidad de personas conocidas por Gómez Pina, «ya que pienso que se hubieran comportado como en la novela, sólo que con un desfase de más de cien años».

Los homenajes, a Cartagena y su tierra de adopción, ambas milenarias, además de la figura del torrero, esconden también un interés mayor. «Me gustaría que 'Un mundo entre faros' sirviera para hermanar Cabo de Palos con Chipiona, y por qué no, Cádiz y Cartagena», sostiene.

Como no podía ser de otra forma, Gregorio Gómez Pina realiza hoy la primera presentación de su novela en Chipiona, en un acto enmarcado en el proyecto 'Chipiona: una muestra de municipio marinero' que se realiza con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen. La cita está prevista para esta noche a las 22 horas en la explanada del muelle chipionero. Durante su intervención, Gómez Pina estará acompañado por J. L. Naval.