Los taxistas de Cádiz trabajarán menos horas por la caída de la demanda

«Insostenible». Así de contundentes se muestran los taxistas gaditanos a la hora de valorar la situación actual del sector. La caída del negocio es más que evidente, pues los datos hablan por sí solos. Mientras que la central telefónica de Radio Taxi recibía en 2010 más de un millón de llamadas, a finales del año pasado la cifra había bajado a 330.000, y a día de hoy, las previsiones son nefastas, ya que en los primeros seis meses del año solo se han recibido 89.000 avisos. Según los responsables de la asociación, esta bajada de llamadas se ha traducido en una reducción del número de servicios en torno al 70%, con la consecuente reducción de la recaudación.

Ante esta situación, las tres entidades de taxistas-Radio Taxi, Servi Taxi y Gade Taxi- han conseguido poner en marcha una medida para repartir los escasos servicios que se prestan en la ciudad entre todo el colectivo. De este modo, desde el pasado lunes hay menos vehículos en la calle, puesto que el Ayuntamiento ha permitido ampliar la jornada de descanso de los trabajadores, pasando de un día a un día y medio. De este modo, los taxistas solo trabajarán cuatro días y medio a la semana. El total de licencias existentes-224- se dividirá en seis grupos de trabajo, garantizándose la prestación del servicio por 187 licencias en el curso de la mañana y 150 licencias desde las 16 horas. No obstante, los servicios de taxi en las fiestas de Carnaval, Semana Santa y Navidad se determinarán oportunamente cuando se acerquen las fechas. «Se trata de organizar el trabajo, ya que no estamos ganando dinero porque no hay servicios para todos, por lo menos estamos descansando», afirmó el secretario de Radio Taxi, José Manuel Fernández.

La caída del negocio está provocando un importante daño al sector. De hecho, el presidente de la entidad, Pedro Moreno, aseguró que cada día son mayores los embargos de licencias, ya que cada vez hay más personas que no consiguen la suficiente recaudación para hacer frente ni siquiera a los gastos. También ha caído el coste de las licencias, pudiéndose adquirir una desde 70.000 euros, la mitad de lo que se pedía hace unos años.

Silvia Molinillo, tesorera de la asociación, asegura que la caída del negocio ha coincidido con una serie de prohibiciones y normativas puestas en marcha por el Consistorio y por el Gobierno. En este sentido, destacó la eliminación del 'botellón' como uno de los principales factores. «Desde que se quitó, hemos perdido las noches. Cada vez hay menos gente en la calle y menos servicios», apuntó.