El Castillo de Santa Catalina es uno de los mejores exponentes de la arquitectura defensiva de la ciudad de Cádiz. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Nuevo intento para declarar el recinto amurallado Patrimonio de la Humanidad

El Foro de Debate Cádiz 2012 impulsa la iniciativa para que la Unesco reconozca el valor del casco histórico gaditano

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Si por Cádiz entraron tanto el café, el cacao, el palo campeche o la cochinilla como la filosofía de Locke, la masonería, la Ilustración o la Enciclopedia, las primeras en dirección a Europa y las segunda hacia América, como escribió el historiador José Luis Comellas, la historia, el significado de esta ciudad, no pueden caer en el olvido. En ese empeño están los miembros del Foro de Debate Cádiz 2012, que el pasado 10 de junio presentó en el Registro de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la solicitud de la inclusión del Recinto Amurallado y Ciudad Histórica de Cádiz en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial, lo que siempre se ha conocido como Patrimonio de la Humanidad.

Con ello se inicia el procedimiento administrativo necesario para que la propuesta de la designación de Cádiz como Patrimonio Mundial sea aprobada por la Unesco. La tramitación administrativa comienza competencialmente con la presentación de la propuesta en la citada Consejería de Cultura.

El documento es consecuencia del desarrollo de la propuesta contenida en la Declaración Cádiz 2012 para la renovación de la ciudad que suscribieron en 2011 diversas entidades y asociaciones de la sociedad civil gaditana.

La citada propuesta fue presentada en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Cádiz en noviembre de 2012, incluyéndose en el Libro Oficial de Documentos de la Cumbre. También obtuvo el mismo resultado en la Cumbre Iberoamericana de Panamá celebrada en octubre de 2013. No podía ser de otra manera teniendo en cuenta que una de las grandes fortalezas de la candidatura gaditana está en su influencia en la arquitectura desarrollada entre los siglos XVII y XIX al otro lado del Atlántico.

La solicitud tramitada ante la Junta de Andalucía va acompañada de un extenso informe sobre la historia, la arquitectura y la propia idiosincrasia de la ciudad, pero pone el acento en el valor de su recinto amurallado y el interior del mismo, lo que se denomina como ciudad histórica, tanto por sus singularidades como por su alto grado de conservación.

En la justificación del «valor universal excepcional» del casco histórico gaditano que hacen en su informe Joaquín Fernández Pérez-Lila, Miguel Ángel García-Agulló y Manuel Paredes Grosso, con el soporte gráfico de las imágenes de Hans-Josef Artz, se destaca que el recinto amurallado de Cádiz fue el modelo para toda la arquitectura defensiva de Latinoamérica a partir del siglo XVII, en buena parte desarrollada por los mismos ingenieros militares. Esto, junto a su contenido material: la traza urbana y las arquitecturas con que se elaboran su edificación o sus espacios públicos de plazas y calles, tienen valor universal, equiparable al de muchas de las ciudades que cuentan con la Declaración de Patrimonio Mundial.

A esto hay que unir el «argumento fundamental» que esgrimen los miembros del Foro de Debate Cádiz 2012 para argumentar la solicitud. Explican que el Cádiz histórico actual, que se desarrolló, prácticamente desde cero, a partir del saqueo anglo-holandés de 1596, durante los tres siglos siguientes, hasta 1898, lo hace en estrecho contacto y como singular vehículo de comunicación e intercambio entre Europa y la América hispana, en el espacio temporal en que se fragua la cultura latinoamericana. El propio Cádiz es un resultado en Europa de las vivencias e ideales que, alimentados de una parte por la singular y fecunda evolución de las ideas continentales a partir del siglo XV y por otra por la insólita y novedosa realidad de ultramar, forjan esa nueva cultura que, con la natural diversidad, reúne actualmente a más de quinientos millones de personas en el mundo.

Defienden por tanto que «se trata de un testigo excepcional de una cultura viva y universal. Pero además, el testigo material que es esta ciudad 'americana en Europa' es la manifestación de un intercambio de valores humanos, en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales y la planificación urbana».

Los redactores del informe dejan claro que este no es más que un documento previo que se tendría que adaptar a los exigentes requisitos que pide la Unesco a las distintas candidaturas para estudiar sus solicitudes. No obstante, antes de llegar a ese punto la opción gaditana tendría que superar los filtros de la propia Junta de Andalucía y del Gobierno de la nación.

Aún así, en el argumentario se especifican varios puntos concretos que exige la Unesco para contemplar si quiera las posibilidades de la ciudad, como «ser la manifestación de un intercambio considerable de valores humanos durante un determinado periodo o un área cultural específica, en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales, la planificación urbana o el diseño paisajístico»; «ser y aportar un testimonio único, o por lo menos excepcional, de una tradición cultural o de una civilización desaparecida o que sigue viva»; o «ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio o conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre una etapa significativa de la historia de la humanidad». Y en todos los casos Cádiz cumple con creces los requisitos.