Páginas que utilizar el detenido para insertar sus anuncios. :: LA VOZ
CÁDIZ

Un estafador que no se rinde

La Policía detiene por quinta vez en dos años a Pedro E. F., especialista en engañar con la venta de móviles por internet

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Un Galaxy SIII por 120 euros. Ése es el gancho en el que picaron buscadores de teléfonos móviles baratos por la Red. Pagaron un anticipo inferior a 100 euros con el compromiso del vendedor que lo recibirían en su casa a los pocos días. La estafa es muy básica en su procedimiento: el comprador ingresa el dinero en una cuenta bancaria, pero jamás recibe el terminal.

Este tipo de engaños son muy comunes en la Red, donde se puede operar desde el anonimato. Y hay un gaditano, vecino de la capital, que se ha especializado en ello. Hasta el punto de que ha sido detenido cinco veces desde 2012. La última, hace unas semanas. Sus víctimas se cuentan por centenares y están repartidas por todo el país porque su 'negocio', explotado a través de webs de compra-venta, no tiene fronteras. Estos afectados contabilizados por la Policía Nacional son los que han decidido denunciar; porque hay otra realidad desconocida, incalculable, de compradores engañados que desisten de poner en manos policiales su caso. El dinero perdido no es mucho, las garantías de recuperarlo son escasas y ante eso, optan por la resignación.

Si se sumaran estos afectados, las víctimas de Pedro E. F., de 39 años, serían una legión. Fuentes policiales cifran en más de 40 los estafados entre las dos últimas detenciones de este vecino de Cádiz. En el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría de Cádiz es un viejo conocido. Cuando comienzan a llegar denuncias de ventas fraudulentas de móviles y los afectados apuntan a anuncios insertados en páginas webs muy populares de compra-venta entre particulares, es el primer nombre que investigan.

Pedro E. F. es un estafador reincidente que no está dispuesto a dejarlo, señalan las mismas fuentes consultadas. La primera vez que fue detenido por vender terminales que nunca entrega fue en 2012. En esa ocasión trató de escudarse en mentiras durante el interrogatorio en dependencias policiales. Ahora ya ni se disculpa, justifica que esas estafas son su medio de ganar la vida.

Como anécdota, tras una de sus últimas detenciones, salió del juzgado y su siguiente parada fue una sucursal bancaria donde sacó los 50 euros que un incauto había pagado como señal por un terminal. Días siguientes repitió la misma operación con el dinero de otras víctimas que habían caído también en el engaño.

A través de esas cuentas bancarias, la Policía Nacional lo identifica una y otra vez; lo que demuestra que Pedro E. F. no se esfuerza en adoptar medidas que dificulten su identificación. Esa información sobre las cuentas la aportan los denunciantes y a través de los movimientos bancarios, los agentes son capaces de identificar a otras víctimas, incluso a aquellas que habían dado por perdido el dinero sin tan siquiera acudir a la Policía para denunciar.

Las débiles consecuencias legales que ha sufrido hasta ahora Pedro E.F. no han ayudado a disuadirlo de seguir insertando anuncios donde ofrece móviles de calidad media y a precios muy ventajosos. Hasta ahora se ha enfrentado a denuncias que se tramitan de forma individual y en las que le reclaman cantidades que en muchos casos no superan ni los 100 euros. Las penas impuestas no suponen cárcel, sino la devolución de lo estafado y una multa. Pedro E. M. -cuentan algunas de sus víctimas- ni tan siquiera acude a las vistas orales. Se declara insolvente para no responder económicamente, pero sigue actuando con impunidad.

Víctimas de este especialista en el engaño se están organizando por internet para conseguir que la Justicia actúe con una mayor contundencia. En varios foros relatan sus experiencias y es común el sentimiento de impotencia al comprobar que son muchos los estafados por la misma persona.

La Policía Nacional ha agrupado todas las denuncias en un único caso y le imputa un delito de estafa continuada que tendría un tratamiento judicial distinto. Cifran en más de 9.000 euros la cantidad que ha podido ganar desde 2012 y sin contar las ganancias en las estafas que no han sido denunciadas.