El Pópulo se viste de luto

El temor estaba patente en el interior de la parroquia de Santa Cruz. Fuera, la lluvia había hecho un tímido acto de presencia, lo suficiente para que los paraguas se abrieran y surgieran las dudas sobre la salida de la cofradía del Santo Entierro. El cielo encapotado no ayudaba a apaciguar unos ánimos que en apariencia estaban tranquilos dentro del templo. Mientras que algunos de los hermanos utilizaban tabletas y móviles para consultar los partes meteorológicos, en el interior de la sacristía, la Junta de Gobierno recurría a la Base Naval de Rota en busca de una señal que augurase una buena estación de penitencia. Las informaciones que llegaban era que el sol haría acto de presencia a partir de las 16.30 horas. Así, diez minutos antes de las 15.00 horas, la hora oficial de salida para la Cruz de guía, los jefes de sección comenzaron a formar los distintos tramos. «Sí que salimos», respondían algunos ante algunas miradas interrogativas. Bajo la manga un plan B. Llegar hasta Catedral y en el caso de que amenace la lluvia regresar al templo, el mismo plan que ejecutaron el año pasado cuando se vieron sorprendidos por el agua.

A la hora en punto se abrían las puertas de la Parroquia de Santa Cruz, quizás la iglesia más cofrade por ser uno de los templos que más salidas de procesiones acoge. Junto a la urna del Santo Entierro, se encontraban otros pasos que ya habían procesionado por las calles de Cádiz a lo largo de la semana como El Perdón, Medinaceli o el Cristo de las Aguas.

Con la apertura de la puerta de Santa Cruz, llegaban los primeros rayos de luz al interior del templo, augurando así una buena estación de penitencia. Quince minutos más tardes, aparecía la santa urna con el Cristo Yacente, talla de Villegas y vestida con faldones negros de riguroso luto, acompañada de la marcha fúnebre interpretada por la Banda de Música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María que se encontraba en el interior de la parroquia. Tras el paso, una amplia representación de la Corporación municipal encabezada por el primer teniente de Alcaldía, José Blas Fernández, y diferentes autoridades militares y civiles como el subdelegado del Gobierno, Javier de Torre. Una vez iniciado el descenso por el empedrado de la plaza Fray Félix camino de Pelota, la Capilla Musical Regina Coeli tocó 'Dux Vitae Mortuus Vivus'.

Tan sólo quince minutos después, la Virgen de la Soledad asomaba por la puerta. Una pequeña parte del público, la que aguardaba desde una hora antes junto a la iglesia, pudo comprobar la difícil maniobra realizada por la cuadrilla dirigida por el capataz Fernando Malines. Sólo ellos pudieron ver como los cargadores pasaron agachados por uno de los arcos previos a la puerta para evitar que la cruz que respalda a la Virgen chocara con el techo. Una vez pasado el obstáculo, recuperaron la postura. Como telón de fondo, los compases de 'Virgen del Valle' de la Banda de Música Maestro Dueñas.

Quizás la de ayer fue la última cofradía que procesionará por las calles de Cádiz esta Semana Santa puesto que los partes del tiempo apuntan a lluvia a partir de las 14.00 horas de hoy.