Fachada principal del Teatro Moderno. :: L. V.
Chiclana

El Teatro Moderno, área de alto riesgo

El informe indica que no existen «mínimas garantías» sobre la información contable porque no hay control de personal ajeno al que gestiona el teatro La Cámara de Cuentas advierte «incoherencias» y «deficiencias» en su gestión financiera

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Un «área de alto riesgo». Así ha calificado el reciente informe de la Cámara de Cuentas de Andalucía la gestión financiera del Teatro Moderno entre 2008 y 2012, el principal motivo: «las debilidades de los sistemas de gestión y y control interno instaurados sobre la actividad desarrollada». El documento 'Análisis de la tesorería de los municipios de más de 50.000 habitantes que no sean capitales de provincia', que también constató «irregularidades contables y posibles responsabilidades administrativas» en las cuentas públicas, también se detiene en el teatro municipal, el Moderno.

El informe de fiscalización comienza con un contexto de la gestión de este equipamiento público gestionado por el propio Ayuntamiento. Ahora bien, el personal asignado emite entradas, las vende, se encarga de su recaudación, liquida con las compañías determinados espectáculos e ingresa la recaudación en determinadas cuentas bancarias. En este proceso «no hay participación de ningún otro servicio municipal».

Sobre el número de eventos celebrados, y lo que esto conlleva en la recaudación, la Cámara de Cuentas detecta que entre 2008 y 2012 «al menos se celebraron 28 espectáculos que no constan en la relación facilitada». La recaudación de éstos sumó 36.344 euros. Y concluye: «no hay certeza del número de actuaciones que se han celebrado en el teatro municipal».

Sin tener en consideración los 28 eventos que no constan, los ingresos totales del Teatro Moderno en esos cuatro años superan la recaudación obtenida en 5.252 euros. Aunque el informe subraya que, en otros casos, los ingresos fueron menos de lo que se recaudó. Así, los ingresos pendientes de localizar rondaron los 24.000 euros en el mencionado periodo.

Competencias del personal

Por otra parte, la fiscalización del Teatro Moderno por parte de la Cámara de Cuentas constata que entre la fecha del taquillaje y la de su ingreso en banco «puede transcurrir un lapso de tiempo de varios meses». Y menciona un robo acaecido, y posteriormente denunciado en septiembre de 2011, en el que se sustrajo la recaudación de los espectáculos entre mayo y agosto de ese año.

Otro de los aspectos que cuestiona el informe acerca del Teatro Moderno son las competencias del personal, que es el que recauda y liquida a las compañías cuando la recaudación en taquilla constituye la retribución para ellas (un 4,72% de los espectáculos celebrados entre 2008 y 2012). Existen leves diferencias entre lo recaudado y lo facturado por las compañías -apenas 530 euros en cuatro años-, pero que, a juicio de la Cámara de Cuentas, «ponen de manifiesto la debilidad del sistema de control interno implementado por la Corporación para la gestión del teatro».

Y el documento va más allá en este asunto. Considera que esta labor que lleva a cabo el personal de este espacio supone «una invasión de las competencias y funciones de la tesorería». Asimismo, plantea posibles responsabilidades administrativas y contables por el hecho de no fiscalizar los gastos y pagos de los espectáculos.

Escasa transparencia

En esa escasez de datos también se enmarcan los criterios y los expedientes tramitados de las cesiones gratuitas del Teatro Moderno para determinados eventos. Éstos suponen el 12% de los espectáculos celebrados y conllevaron una recaudación de 61.000 euros. De igual forma, tampoco consta cómo se liquidan los costes de los mismos.

En base a todos estos datos recogidos tras las tareas de fiscalización que la Cámara de Cuentas de Andalucía ha llevado a cabo en el Teatro Moderno de Chiclana, se estima que los procedimientos de gestión y control son «insuficientes». Agregan que no permiten «conocer con mínimas garantías» el número de espectáculos organizados y celebrados o suspendidos, el importe de la recaudación obtenida, ni sus costes. Todo ello a causa de que, determina el informe, «no existe control alguno efectuado por personal ajeno al que asume la gestión de las instalaciones».